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Este motor de tres cilindros fue un gran avance tecnológico, pero Koenigsegg lo ha fulminado por esta sencilla razón

Este motor de tres cilindros fue un gran avance tecnológico, pero Koenigsegg lo ha fulminado por esta sencilla razón

Koenigsegg montó un V8 y un tetracilíndrico en el Koenigsegg Gemera. Este último no logró la popularidad que se esperaba por esta sencilla razón. 

El mundo de los superdeportivos siempre está lleno de sorpresas y avances tecnológicos que empujan los límites de la ingeniería automotriz. Una de las marcas que más se destaca en este campo es Koenigsegg, conocida por sus innovaciones y por crear coches que no sólo son rápidos, sino también técnicamente impresionantes

Uno de sus modelos más recientes, el Koenigsegg Gemera, ha capturado la atención de los entusiastas del motor y los coleccionistas por igual. Sin embargo, la historia detrás de este vehículo es tan fascinante como su diseño. 

En particular, la evolución de su motorización y la elección entre dos opciones distintas de propulsores: un motor V8 y un motor tricilíndrico que, aunque revolucionario, no logró la popularidad esperada.

Un motor con poca demanda 

El Koenigsegg Gemera comenzó su producción el pasado 2023, y venía acompañado de un nuevo amigo: un motor V8. Sin embargo, cuando se presentó de forma oficial el vehículo, únicamente se mostró un motor de tres cilindros. La idea original fue comercializar ambas versiones, pero al final no fue así.

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Los potenciales compradores de este hypercar híbrido de 2 millones de dólares mostraron una clara preferencia por la versión V8. Esta inclinación dejó de lado al tricilíndrico, a pesar de tratarse, posiblemente, de uno de los motores más innovadores y brutales del mercado. 

Este motor, conocido como ‘Tiny Friendly Giant’ (Pequeño Gigante Amable), tenía la capacidad de producir 600 CV, algo bastante generoso para un motor de tres cilindros. Pero nada que la gente no se esperase de un Koenigsegg. 

La decisión de no continuar con la versión tricilíndrica del Gemera fue tomada por el propio fabricante debido a la escasa demanda. Con muy pocos clientes interesados en esta versión, la empresa decidió persuadirlos para optar por la variante V8. Este movimiento fue una cuestión de cifras y viabilidad económica.

Koenigsegg Gemera con motor V8
Koenigsegg Gemera con motor V8

En el podcast de Top Gear, Christian von Koenigsegg, fundador de la firma, explicó: "Había tan poca demanda para el motor de tres cilindros que logramos convencer a los clientes". Este motor avanzado, una obra maestra de la ingeniería, nunca llegó a ver la producción en serie.

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Aún hay esperanzas para el Tiny Friendly Giant  

El motor 'Tiny Friendly Giant' de Koenigsegg era un tricilíndrico de 2.0 litros, equipado con dos turbocompresores, capaz de alcanzar 600 CV. Esta potencia es notable para un motor de sus dimensiones, lograda gracias a su diseño revolucionario.

En lugar de utilizar el árbol de levas tradicional, este motor empleaba un sistema de distribución Freevalve, basado en elevadores electrohidráulicos controlados de manera electrónica. Esta tecnología permitía una sincronización variable infinita de las válvulas de admisión, maximizando su rendimiento.

Además, la tecnología Freevalve mejoraba la respuesta de los turbocompresores al gestionar las válvulas de escape de manera óptima. El Gemera combinaba este innovador motor de combustión interna con un motor eléctrico de 800 CV. 

Aunque en la versión definitiva del vehículo sólo se mantuvo uno de los tres motores eléctricos que tenía el prototipo, el coche alcanzaba una impresionante potencia total de 1.400 CV y un par de 1.850 Nm.

El motor tricilíndrico también tenía la ventaja de ser más ligero, lo que ayudaba a reducir el peso total del coche. Según Engineering Explained, este Gemera con motor de tres cilindros podría acelerar de 0 a 100 km/h en solo 1,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 400 km/h.

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La preferencia de los compradores por la versión V8 del Gemera no está del todo clara. Posiblemente, la percepción y el atractivo visual y auditivo de un motor V8 resultaron ser factores decisivos, haciendo que muchos consideraran esta opción más emocionante en comparación con un tricilíndrico.

Cuando se publicó un vídeo del Tiny Friendly Giant funcionando al ralentí, algunos comentarios apuntaron que el sonido se asemejaba al de un "cortacésped sin silenciador" o un "tractor pulling". Aunque es cierto que el V8 produce un sonido más impresionante y atractivo, es una pena que este innovador motor tricilíndrico no haya llegado a la producción en masa.

A pesar de este contratiempo, hay esperanzas de que el motor tricilíndrico pueda tener un futuro. Koenigsegg ha dejado abierta la posibilidad de que este motor vea la luz algún día. Según sus propias palabras: 

"Sigue siendo interesante, todavía estamos trabajando en ello. Tal vez algún día lo hagamos también en el Gemera, tal vez en alguna versión". Sin embargo, para que esto suceda, deberá haber suficiente interés por parte de los clientes, o volverá a pasar lo mismo”: 

En resumen, la evolución del Koenigsegg Gemera y su motor tricilíndrico ejemplifica cómo la innovación y la demanda del mercado pueden influir en la producción de automóviles. Aunque el motor V8 resultó ser más popular, el tricilíndrico "Tiny Friendly Giant" representa un hito en la ingeniería automotriz, que podría resurgir en el futuro si se alinean las circunstancias adecuadas.

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Etiquetas: Koenigsegg, Motor V8