Así es el motor más potente del mundo con 109.000 CV y 14 toneladas de consumo
Cuando te pregunten por el motor más potente del mundo, olvídate de Bugatti, de Koenigsegg o cualquier otro hiperdeportivo. Es el Wärtsilä-Sulzer RTA96C, un espectacular motor de barco con 109.000 CV y 7,6 millones de Nm de par.
Es posible que, si te preguntaran por los motores más grandes y potentes del mundo, pensarías en el de algún hiperdeportivo, como el motor V16 electrificado que ha desarrollado Bugatti. Sin embargo, el motor más potente del mundo no pertenece a ningún coche, sino a un barco. Es el Wärtsilä-Sulzer RTA96C.
A lo largo de la historia se han construido enormes motores con potencias desorbitadas y algunos coches han sido testigos de ello. Tenemos varios ejemplos, como ¡La Bestia!, de John Dodd, aquel coche con motor V12 Rolls-Royce Meteor de 27 litros que desarrollaba, supuestamente, 750 CV.
También adquirió notoriedad hace unos años el Fiat S76 de 1911, conocido como la 'bestia de Turín', equipado con un impresionante motor de cuatro cilindros y 28,4 litros que desarrollaba 290 CV, asociado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades. En diciembre de 1913 alcanzó los 213 km/h, en una prueba en Ostende, Bélgica.
Son sólo algunos ejemplos de motores exagerados, pero hay algunos más. Sin embargo, el motor del que te hablamos hoy deja a esos dos (y cualquier otro que se le acerque) en pañales.
Se trata del motor RTA96C de la compañía finlandesa Wärtsilä, especializada en el desarrollo de tecnologías para el sector energético y marítimo. Es un motor tan grande, que sus cifras provocan mareos.
Wärtsilä-Sulzer RTA96C, el motor más potente del mundo
El Wärtsilä-Sulzer RTA96C es un motor turbodiésel de dos tiempos diseñado para mover grandes buques, como petroleros y cargueros de gran tamaño que cruzan los mares y océanos de todo el mundo. Concretamente, mueve el buque de carga Emma Maersk desde 2006.
El motor mide 27 metros de longitud, 13,5 metros de altura y pesa unas 2.300 toneladas. El bloque tiene 14 cilindros en línea y 25.480 litros de desplazamiento, lo que significa que cada cilindro mueve 1.820 litros.
Este mastodonte cuenta con sistema de inyección common-rail y utiliza fuel-oil pesado que se inyecta mezclado con aceite. Desarrolla una potencia de 109.000 CV a 102 rpm. Sí, con girar solamente a 102 vueltas. Pero lo más impresionante aún es su cifra de par máximo: 7.603.850 Nm. Has leído bien, 7,6 millones de Nm.
Como en los grandes motores diésel de dos tiempos, el Wärtsilä-Sulzer RTA96C utiliza cruceta con rodamientos, ya que la lubricación en el área de combustión está separada de la del cigüeñal, lo que lo mantiene limpio de los productos de la combustión.
Como ves, todo en el Wärtsilä-Sulzer RTA96C es a lo bestia y deja a cualquier motor de automoción en un juego de niños. El propulsor es capaz de mover al Emma Maersk, con sus 397 metros de eslora y cargado de contenedores marítimos, a casi 50 km/h.
14 toneladas de consumo por hora
Si el tamaño y potencia del Wärtsilä-Sulzer RTA96C son exagerados, no lo es menos las cifras de consumo. A carga máxima, el motor gasta 3,8 litros de combustible por segundo, es decir, casi 14 toneladas a la hora. Eso sí, a un régimen de giro menor, el consumo se reduce a casi la mitad.
Otro dato sorprendente del motor más grande del mundo es su eficiencia térmica, ligeramente superior al 50%, algo impensable en los motores de combustión de los automóviles, que suele ser del 30% en motores de gasolina y 40% en los diésel. Esto significa que el 50% de la energía del combustible se transforma en movimiento.
¿Y si hablamos de emisiones? Pues podemos imaginar igualmente unos números estratosféricos. Pero, para hacernos una idea, diremos que sólo varios barcos con este motor equivalen a la contaminación que producen todos los coches del mundo juntos.
Por último, la construcción del Wärtsilä-Sulzer RTA96C también tiene tela que cortar. Son necesarios entre varios meses y un año para un motor y el coste puede superar los 20 millones de euros. Lo peor de todo, como siempre, es el mantenimiento. No queremos ni imaginar lo que costará cambiarle el aceite.
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Etiquetas: Motores de combustión, Tecnología