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Las verdaderas razones por las que el consumo real de un coche no es el que se anuncia

Las verdaderas razones por las que el consumo real de un coche no es el que se anuncia

El consumo real de un coche supera las cifras WLTP debido a factores como la orografía, el estilo de conducción, el uso de climatización o el peso del vehículo.

El consumo de combustible es uno de los factores más decisivos para los compradores de automóviles. Las cifras de consumo proporcionadas por los fabricantes, homologadas mediante el ciclo WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para Pruebas de Vehículos Ligeros), buscan ofrecer una referencia estandarizada y comparable entre diferentes vehículos. 

Sin embargo, muchos conductores descubren que sus vehículos consumen más combustible en condiciones reales de uso que lo indicado por el WLTP. Existen varias razones fundamentales que explican esta discrepancia, las cuales analizaremos en este artículo. ¡Sigue leyendo! 

¿Qué es el consumo del coche? 

El consumo de un coche se refiere a la cantidad de combustible que utiliza para recorrer una determinada distancia. Se mide generalmente en litros por cada 100 kilómetros (l/100 km) en la mayoría de los países o en millas por galón (mpg) en algunos otros como es el caso de Estados Unidos. 

Este valor es crucial para los consumidores ya que impacta directamente en los costes de operación del vehículo y en su huella ambiental. Un menor consumo de combustible se traduce en un ahorro económico para el propietario del vehículo y en una menor emisión de gases contaminantes.

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El consumo de un coche depende de múltiples factores, entre los que se incluyen la eficiencia del motor, el peso del vehículo, la aerodinámica, el estilo de conducción y las condiciones de la carretera, entre otros. 

Los fabricantes de automóviles proporcionan cifras de consumo homologadas bajo condiciones de prueba específicas para ofrecer una referencia estándar, pero estas cifras a menudo no se corresponden con el consumo real experimentado por los usuarios en su conducción diaria.

¿Qué es el ciclo WLTP? 

El ciclo WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para Pruebas de Vehículos Ligeros, por sus siglas en inglés) es un protocolo de prueba desarrollado para medir las emisiones contaminantes y el consumo de combustible de los vehículos de una manera más realista que su predecesor, el NEDC (Nuevo Ciclo de Conducción Europeo). 

El WLTP fue introducido en 2017 en la Unión Europea y se ha adoptado en otros países para proporcionar datos más precisos sobre la eficiencia de los vehículos en condiciones más cercanas a la realidad.

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Qué mide el ciclo WLTP

El ciclo WLTP mide varios aspectos clave de los vehículos, incluyendo: 

  1. Consumo de combustible: evalúa cuánta gasolina o diésel consume un vehículo para recorrer una distancia específica (100 km) 
  2. Emisiones de CO2: Mide la cantidad de dióxido de carbono que emite un vehículo, un indicador crucial para evaluar su impacto ambiental
  3. Emisiones de otros contaminantes: además del CO2, se mide la emisión de otros contaminantes como NOx (óxidos de nitrógeno), HC (hidrocarburos) y partículas. 

Países que se rigen por el ciclo WLTP 

El ciclo WLTP fue inicialmente adoptado por la Unión Europea, pero otros países y regiones también han comenzado a implementarlo. Entre estos se incluyen:

  • Australia
  • Azerbaiyán
  • Canadá
  • China
  • Corea del Sur
  • Estados Unidos
  • India
  • Islandia
  • Japón
  • Kazajstán
  • Malasia
  • Moldavia
  • Nigeria
  • Noruega
  • Nueva Zelanda
  • Sudáfrica
  • Suiza
  • Tayikistán
  • Turquía
  • Túnez
  • Unión Europea
  • Uganda
  • Uzbekistán
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Razones por las que el consumo real de un coche no es el que anuncia el fabricante

Las verdaderas razones por las que el consumo real de un coche no es el que se anuncia

Como decíamos, las cifras sobre el consumo de combustible proporcionadas por los fabricantes de automóviles (homologadas, en este caso, bajo el ciclo WLTP), no suelen ser las reales, y esto puede enfadar a muchos conductores y conductoras. 

Es decir, muchas veces, los conductores se dan cuenta de que el coche termina consumiendo más combustible que el indicado por el fabricante. Pero, ¿por qué el consumo real de un coche no es el que anunció previamente el fabricante? Pues bien, esto se debe a varias razones. 

Pruebas en banco de pruebas 

El ciclo WLTP se realiza principalmente en un banco de pruebas, un entorno controlado diseñado para eliminar variables externas y proporcionar resultados consistentes. Este entorno, aunque útil para estandarizar comparaciones entre vehículos, no representa fielmente las condiciones del mundo real. 

En un banco de pruebas, el vehículo no enfrenta las mismas variaciones que en una carretera real: no hay cambios de altitud, el viento es constante (o inexistente), y la superficie de la carretera es ideal. Estas condiciones artificiales pueden resultar en un consumo de combustible más bajo que el que se experimentaría en la vida cotidiana.

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En la realidad, los vehículos circulan por carreteras con distintas calidades de asfalto, enfrentan condiciones meteorológicas variables y deben adaptarse a diferentes niveles de tráfico. Todos estos factores pueden incrementar el consumo de combustible significativamente en comparación con las condiciones ideales del banco de pruebas.

Orografía 

La topografía del terreno es un factor determinante en el consumo de combustible. Las pruebas WLTP no pueden replicar adecuadamente la variedad de terrenos que un conductor podría encontrar en su día a día. 

Las subidas y bajadas constantes en áreas montañosas, por ejemplo, exigen más esfuerzo del motor y, por ende, un mayor consumo de combustible. De igual manera, la conducción en terrenos planos tiende a ser más eficiente, pero rara vez se mantiene constante durante todo un viaje.

Además, la fricción adicional en caminos con muchas curvas y cambios de elevación puede llevar a un mayor desgaste de los neumáticos y un consumo adicional de combustible. Esto muestra cómo la variabilidad del terreno puede causar que el consumo real sea significativamente mayor que el homologado por el ciclo WLTP.

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Estilo de conducción 

Cada conductor tiene un estilo de conducción único que influye directamente en el consumo de combustible. El ciclo WLTP establece un patrón de conducción estándar, pero en la realidad, la manera en que cada persona maneja su vehículo puede variar considerablemente. 

Aceleraciones bruscas, frenadas repentinas, y conducir a altas velocidades pueden aumentar significativamente el consumo de combustible. La anticipación en la conducción y el uso del freno motor, por otro lado, pueden ayudar a reducir el consumo. 

Sin embargo, estas técnicas no son practicadas uniformemente por todos los conductores. Además, los hábitos de conducción pueden variar dependiendo del entorno: la conducción urbana con paradas y arranques constantes consume más combustible que la conducción en carretera abierta.

Uso de la climatización 

El uso del sistema de climatización del vehículo es otro factor que puede causar una discrepancia entre el consumo real y el homologado. Durante las pruebas del ciclo WLTP, los sistemas de aire acondicionado y calefacción generalmente no se utilizan, lo que no refleja el uso cotidiano del vehículo.

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En climas cálidos, el uso del aire acondicionado puede aumentar el consumo de combustible hasta en un 20%. De igual manera, en climas fríos, el uso de la calefacción y otros sistemas auxiliares (como los desempañadores de lunas) también puede incrementar el consumo. 

Estos sistemas extraen energía del motor, así como de la batería en el caso de tratarse de los vehículos híbridos y eléctricos, lo que conlleva a un mayor consumo de combustible o energía eléctrica. Algo que seguramente no agradará a los conductores. 

Peso del coche 

El peso del vehículo es un factor crucial en el consumo de combustible. Las pruebas WLTP se realizan con un peso estándar que no siempre refleja la carga adicional que un coche puede llevar en condiciones normales. 

Equipajes, pasajeros adicionales, y modificaciones adicionales al vehículo (como portaequipajes o remolques) pueden incrementar el peso total y, por ende, el consumo de combustible. Cada kilogramo adicional requiere más energía para mover el vehículo, especialmente durante la aceleración. 

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En consecuencia, un coche cargado con más peso que el considerado en las pruebas WLTP consumirá más combustible. La resistencia aerodinámica también aumenta con la carga, especialmente con accesorios externos como portabicicletas o remolques, incrementando aún más el consumo.

Otros factores  

Existen otros factores que también pueden influir en el consumo de combustible, aunque no sean los más destacados. Entre ellos se incluyen la presión de los neumáticos, el mantenimiento del vehículo, y las condiciones climáticas. 

Neumáticos con una presión inferior a la recomendada incrementan la resistencia al rodaje y, por ende, el consumo de combustible. Un mantenimiento deficiente, como filtros de aire sucios o aceite de motor viejo, también puede afectar negativamente la eficiencia del motor.

Las condiciones climáticas extremas, como el frío intenso o el calor extremo, pueden impactar en la eficiencia del motor y la aerodinámica del vehículo. Por ejemplo, en temperaturas muy bajas, el motor requiere más tiempo para alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento, lo que puede aumentar el consumo en los primeros kilómetros de conducción.

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Etiquetas: WLTP