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Despedimos con lágrimas uno de los motores W12 más gloriosos, el de Bentley

Despedimos el motor W12 de Bentley

Nos despedimos de uno de los motores más gloriosos que se han fabricado, el W12 de Bentley que llegó a producir 659 CV. Dice adiós para dejar paso a una mecánica híbrida enchufable basada en un V8 de casi 800 CV.

Uno de los daños colaterales que está provocando la electrificación en el mundo del automóvil es la desaparición de los motores de 12 cilindros, cada vez más difíciles de encontrar. Hoy despedimos a una de las últimas víctimas, el glorioso W12 de Bentley.

La electrificación tiene sus cosas buenas y malas, como todo. Por un lado, reduce el consumo y las emisiones, al tiempo que hace que los motores sean más compactos, ligeros y tengan una respuesta más inmediata, precisamente, por el funcionamiento del motor eléctrico.

Pero, por otro, hace que ya no sean necesarias las mecánicas grandes como los bloques de 12 cilindros, ya sean en V o en W, como el de Bentley, del Grupo Volkswagen. Y lo mismo está ocurriendo con los V8. 

Sabemos que esta parte negativa sólo afecta a los aficionados al motor y a los coches. Quien no preste atención a este mundillo, poco le va a importar que un coche tenga un motor de 12, ocho o seis cilindros. 

Prueba Bentley Continental GT de 782 CV

Adiós al motor W12 de Bentley

Despedimos el motor W12 de Bentley

La última víctima, como decimos, de la electrificación es el motor W12 de 6.0 litros que han montado durante mucho tiempo varios modelos de Bentley. La llegada del nuevo Bentley Continental GT con una mecánica híbrida enchufable supone el adiós del W12. 

Un adiós que, al menos, ha sido emotivo, con una reunión en la planta de Crewe de los equipos humanos que han trabajado durante años en el montaje y desarrollo de este motor y, sin el cual, no se entendería la historia reciente de la marca británica.

Una historia reciente que tampoco se entendería sin la sombra del Grupo Volkswagen, que se hizo con la compañía a principios de la década del 2000 y la relanzó con un catálogo de nuevos productos más modernos y no tan ‘señoriales’ como su rival directo Rolls-Royce. 

El Bentley Continental GT, lanzado en 2003, fue el inicio de esta nueva etapa, seguido por el Continental Flying Spur, dos modelos que recibieron un motor a la altura, como fue el W12 que, en realidad, era la unión de dos V6 muy compactos, en dos parejas de bancadas con tres cilindros cada una, compartiendo un mismo cigüeñal.

Hasta 659 CV

Despedimos el motor W12 de Bentley

Con una cilindrada de 6.0 litros, el primer W12 de Bentley entregaba 552 CV. En 2015, los de Crewe rediseñaron por completo el motor, dotándolo de dos turbocompresores con los que aumentaron la potencia hasta los 590 CV. 

Posteriormente, en sucesivas evoluciones, el W12 de Bentley llegó a alcanzar los 659 CV de potencia en la versión Speed del Continental GT, tanto en su versión coupé como descapotable. De esta forma, era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 333 km/h.

Pero todo llega a su fin. Ha llegado el momento de despedir a uno de los motores más gloriosos, el W12 de Bentley. Deja paso a una nueva mecánica híbrida enchufable compuesta por un V8 de 4.0 litros biturbo y un motor eléctrico que produce 782 CV en total, con una batería de iones de litio de 21,8 kWh netos que proporciona una autonomía eléctrica de 90 kilómetros.

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Etiquetas: Coches deportivos, Motores de combustión