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Así se da cuenta la Guardia Civil de si llevas puesto o no el cinturón de seguridad

Así se da cuenta la Guardia Civil de si llevas puesto o no el cinturón de seguridad

Aunque creas que es complicado que las autoridades no sepan que no llevas el cinturón puesto, lo cierto es que no es así. Te enseñamos cómo lo saben.  

El cinturón de seguridad es uno de los dispositivos de seguridad más importantes en los vehículos, ya que su uso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en caso de un accidente. A lo largo de los años, ha demostrado ser una medida efectiva para proteger a los ocupantes de un vehículo, reduciendo significativamente el riesgo de sufrir lesiones graves o fatales.

Un poco de historia 

Para entender la historia del cinturón de seguridad nos toca remontarnos hasta finales de la década de 1950, cuando Volvo, el fabricante sueco de automóviles, introdujo el cinturón de seguridad de tres puntos en sus vehículos. 

Este diseño, creado por el ingeniero Nils Bohlin, fue revolucionario por su capacidad para sujetar al ocupante en su asiento, distribuyendo las fuerzas de un impacto a lo largo de las partes más fuertes del cuerpo, como el pecho y las caderas. 

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Los resultados de esta innovación fueron tan positivos que Volvo decidió liberar la patente para que otras compañías automotrices pudieran adoptarla, contribuyendo así a la seguridad vial a nivel global.

Como decíamos, Volvo fue el primer fabricante en incorporar cinturones de seguridad en sus automóviles a finales de los años 50. Los resultados de su uso fueron tan alentadores que la empresa sueca decidió compartir la patente con otras marcas. 

En España, el cinturón de seguridad en los asientos delanteros es obligatorio desde 1975, y en los traseros, desde 1992. No cumplir con esta normativa implica una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet.

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Asimismo, otro dato que es interesante destacar es que, si los pasajeros son mayores de edad y no llevan el cinturón, son ellos quienes deben pagar la multa, y no el conductor. No sé si esto te ha convencido, pero esperemos que, al menos, sea una forma de hacerte entrar en razón. 

En la actualidad, el uso del cinturón de seguridad es obligatorio en la mayoría de los países, tanto en los asientos delanteros como en los traseros, y su cumplimiento es estrictamente vigilado por las autoridades de tráfico. 

Estudios han demostrado que el uso del cinturón reduce el riesgo de muerte en un accidente en más del 70% y disminuye considerablemente la probabilidad de sufrir lesiones graves. A pesar de su eficacia comprobada, aún hay personas que no lo utilizan, lo que subraya la necesidad de seguir concienciando sobre su importancia.

Abrochar los cinturones traseros

Un 10% de conductores no utiliza el cinturón de seguridad 

Según las estadísticas más recientes, más del 90 % de los conductores utilizan el cinturón de seguridad, aunque este porcentaje disminuye al 80 % cuando se trata de los pasajeros en los asientos traseros. Sin embargo, esto no es lo más alarmante, sino que resulta increíble que todavía exista un 10 % de usuarios que no se pongan el cinturón de seguridad.

Sorprendentemente, la cifra es aún mayor entre los conductores de furgonetas y vehículos comerciales que transitan por carreteras nacionales, que son precisamente donde ocurre un mayor número de accidentes. 

También es sorprendente que este porcentaje haya aumentado en los últimos años, a pesar de que los estudios de seguridad demuestran que el uso del cinturón reduce el riesgo de sufrir lesiones graves en más de un 70 %, una cifra realmente significativa.

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Así es cómo la Guardia Civil sabe que no llevas el cinturón puesto

La Dirección General de Tráfico (DGT) realiza periódicamente campañas para controlar el uso del cinturón, durante las cuales los agentes de la Guardia Civil ponen especial atención a este dispositivo de seguridad, aunque esto no significa que durante el resto del año no lo verifiquen.

En estas campañas, las patrullas suelen comprobar el uso del cinturón al observar el tramo visible del mismo por encima del hombro del conductor y del acompañante cuando adelantan a otro vehículo, ya que es la mejor manera de comprobarlo durante la maniobra.

Qué cosas no debes hacer al abrocharse el cinturón de seguridad

7 casos donde puedes ir sin cinturón y que no te multen

El pasado 2 de julio, la DGT, publicó un artículo titulado ‘Conducir sin cinturón de seguridad’, en el que visibiliza la realidad que hay detrás de los conductores y conductoras de España a la hora de abrocharse el cinturón en sus vehículos. 

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El uso del cinturón en España es obligatorio desde 1975 para los asientos delanteros, y desde 1992 para los traseros. No usarlo es una infracción grave penalizada con 200 euros de multa y con la pérdida de 4 puntos en el carné si eres el conductor”, indica la DGT. 

Asimismo, el organismo de Tráfico también habla sobre los principales errores o, mejor dicho, aquellas cosas que no debes hacer a la hora de utilizar los cinturones de seguridad. Estas son algunas de ellas. Sigue leyendo. 

Colocar pinzas en los cinturones 

Algunos conductores utilizan pinzas para evitar que el cinturón de seguridad les apriete demasiado, pero esto puede ser muy peligroso. La razón es simple: un vehículo que circula a 50 km/h puede detenerse en menos de un segundo, y si el cinturón está flojo debido a una pinza, el cuerpo recorrerá una distancia mayor antes de que el cinturón lo sujete.

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Mientras más pronto el cinturón detenga el movimiento del cuerpo, menores serán las posibilidades de chocar contra el volante, el salpicadero o los asientos delanteros. Si se utiliza una pinza o se lleva ropa muy gruesa, se añadirá holgura al cinturón, lo que aumenta el riesgo de sufrir un impacto grave contra el interior del vehículo en caso de accidente.

Colocar toallas y otros objetos sobre el asiento

Efecto submarino. Seguramente alguna vez hayas escuchado hablar sobre este término, el efecto submarino. Pues bien, esto ocurre cuando el cuerpo, al no estar bien sujetado por el cinturón, se desliza hacia abajo y pasa por debajo de la banda abdominal del cinturón de seguridad. 

Imagina que vuelves de la playa con el bañador mojado y decides poner una toalla en el asiento para no mojarlo. Esto, aunque parece inofensivo, facilita la posibilidad de que ocurra el efecto submarino. Esta situación es bastante peligrosa por varias razones: 

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  • Permite que el cuerpo siga moviéndose hacia adelante, aumentando el riesgo de chocar contra el volante o el salpicadero.
  • El cinturón podría presionar el abdomen, una zona blanda, lo que podría causar lesiones internas graves.
  • El deslizamiento del cuerpo podría hacer que te golpees contra la parte baja del vehículo, lo que podría provocar lesiones severas, especialmente fracturas en las piernas.

Para evitar estos riesgos, además de evitar accesorios que puedan reducir la efectividad del cinturón, los asientos están diseñados con ciertas modificaciones, como una pequeña rampa en la parte delantera de la banqueta que dificulta que el cuerpo se desplace hacia adelante y hacia abajo.

Al colocar una toalla u otros accesorios en el asiento, como cojines o aislantes de bolas, estás aumentando la probabilidad de que se produzca el efecto submarino, ya que estos elementos pueden reducir la eficacia del cinturón y modificar la estructura del asiento.

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No abrochar los cinturones traseros

En el pasado, había una creencia errónea de que los cinturones de seguridad no eran necesarios en los asientos traseros. Sin embargo, los pasajeros en la parte trasera viajan a la misma velocidad que los de adelante y enfrentan la misma desaceleración en caso de una colisión o frenada repentina.

Aunque no hay estructuras rígidas frente a los pasajeros traseros como el volante o el salpicadero, los asientos delanteros contra los que podrían chocar no están diseñados para absorber la energía de un impacto.

Si los pasajeros traseros no llevan puesto el cinturón de seguridad y el vehículo se desplaza a 80 km/h, podrían ser lanzados hacia adelante con una fuerza equivalente al impacto de una bola de 1.200 kg a 10 km/h. Esto podría causar la muerte o lesiones graves a los ocupantes de los asientos delanteros.

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Etiquetas: Guardia Civil, seguridad, seguridad vial