Prueba del Skoda Superb Combi 2.0 TSI 265 CV: con familiares así, ¿para qué quieres un SUV?
Nos ponemos al volante del Skoda Superb Combi más potente, con 265 CV y tracción 4x4. Con familiares así, ¿qué más podrías querer?
Las berlinas y coches familiares todavía tienen mucho que decir en el mercado y el Skoda Superb Combi 2.0 TSI de 265 CV de esta prueba es un ejemplo de ello. El modelo checo llega en su cuarta generación para reivindicar la valía de este tipo de modelos al ofrecer espacio, versatilidad y una conducción perfecta para devorar kilómetros.
La nueva edición del exitoso modelo de Skoda llega con todo lo que se espera de ella, pero llevado un poco más allá. Desde su renacimiento en la década del 2000, se ha postulado como un coche grande y elegante que se define por una gran relación calidad-precio. Esta es la identidad que siempre ha caracterizado a este coche y es algo que no ha cambiado.
En esta ocasión, me acompaña la versión familiar Combi del Skoda Superb, que ha crecido en 40 mm para llegar a 4.902 mm de largo, con 1.849 mm de ancho y 1.482 mm de alto. Como siempre, es un coche voluminoso y ahora con una apariencia más afilada, pero discreta.
A simple vista, destacan sus faros Matrix LED delanteros y los traseros LED con efecto cristal opcional. Asimismo, hay diseños de llantas de entre 16 y 19 pulgadas y, en el caso del acabado Laurin & Klement que me acompaña, detalles como una insignia específica en las aletas delanteras.
Siguiendo por el interior del Superb Combi, tampoco hay decepciones. De entrada, como esperaba, es realmente amplio en todas las plazas e incluso puedo estirar las piernas en los asientos traseros, aunque mida 1,90 m de altura. Aquí también hay otro toque curioso opcional: unos soportes para la cabeza en los respaldos por si te quieres dormir en viajes largos.
Más allá de esto, también destacan los 690 litros de maletero de esta versión Combi y una buena sensación de calidad percibida en los materiales utilizados. Quizás algo menos, eso sí, con los mandos Smart Dials, unas ruletas multifunción con pantallas incorporadas. Son muy útiles y cómodas, pero tienen un tacto algo plasticoso.
Sea como fuere, esto permite que el habitáculo no esté dominado por las pantallas, aunque están presentes. En concreto, hay un cuadro de instrumentos digital de 10” y una una pantalla central de 13”, ambos paneles con una visibilidad buena y un funcionamiento correcto.
265 CV, cambio automático y tracción 4x4
Como he señalado al principio, me encuentro con el Skoda Superb Combi 2.0 TSI de 265 CV. Es la más potente de la gama, con un motor cuatro cilindros en línea que entrega además 400 Nm de par y que se acompaña de un cambio automático DSG de siete relaciones.
Además de esto, la fuerza se envía a los dos ejes mediante un sistema de tracción total 4x4. Así, este familiar checo es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, de alcanzar 250 km/h de velocidad máxima y de firmar un consumo combinado de entre 7,6 y 8,2 litros a los 100 km según el ciclo WLTP.
¿Cómo se comporta?
Aunque este sea el modelo más prestacional de la gama de la berlina checa, no hablamos de un coche deportivo, sino que enfoca las prestaciones a su manera. Este es un modelo que siempre se ha definido por la suavidad y esto es algo que también noto inmediatamente al conducir el Skoda Superb de 265 CV. Se nota el aplomo a bordo, sí, pero no vas a percibir una entrega de potencia espectacular.
De hecho, se trata más bien de una entrega gradual, más notable a partir de unas 3.500 rpm y que continúa hasta donde necesites. Funciona tal y como esperas, pero sin sobresaltos de ningún tipo. Por supuesto, en esto también juega un gran papel un cambio DSG que funciona bien en el modo automático, pero también en el manual, si bien en este último no es especialmente rápido.
A pesar de todo, como sucede en otras motorizaciones, el comportamiento dinámico es muy superior al que ofrecen muchos todocaminos. En zonas de curvas, la estabilidad es total y el movimiento es ágil para un coche que mide casi cinco metros. Evidentemente, no vas a vivir emoción y deportividad, pero sí una gran sensación de seguridad en todo momento.
Por otra parte, en la conducción convencional tampoco hay pegas gracias a la muy refinada mecánica muy refinada y a una suspensión que filtra de maravilla los baches y resaltos. Si a esto le sumamos los asientos, que ofrecen una buena recogida del cuerpo y buen confort, puedes sumar kilómetros sin enterarte a bordo de este familiar.
Si bien otras motorizaciones son más adecuadas para realizar recorridos largos o urbanos, especialmente por el consumo, este Superb 2.0 de 265 CV ofrece igualmente una experiencia a bordo de lo más agradable. Sigue siendo un buen coche para echarse a la carretera, pero al que tampoco le asusta la ciudad.
En este entorno urbano, por supuesto, hay que tener en cuenta el tamaño y los sensores son demasiado sensibles y te pueden complicar a veces la maniobrabilidad en aparcamientos estrechos. Aun así, una vez que te acostumbras a las medidas, se mueve también se mueve realmente bien.
Así, el Skoda Superb sigue siendo un gran coche para todo, con una buena mezcla de practicidad, calidad y confort a bordo. Esto es común en toda la gama, pero esta versión Combi más prestacional ofrece aún más espacio y capacidades más que suficientes como para ir con la familia a cuestas. Llegarás allá donde quieras en él y lo harás con una comodidad difícil de igualar.
Precio y rivales
El precio de esta variante en el acabado Laurin & Klement arranca en 59.990 euros. Así, un rival puede ser el Volkswagen Passat Variant, por 58.415 euros en su versión PHEV 1.5 TSI eHybrid de 272 CV y en acabado Business o por 63.170 euros en el acabado R Line. Asimismo, el Peugeot 508 SW arranca en 44.210 euros en su versión BlueHDi 130 y en 67.760 euros en el PSE de 360 CV.
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Etiquetas: Berlinas, Motor, coches familiares
Valoración
El Skoda Superb es uno de los últimos de su clase, pero sigue mostrando con orgullo por qué deberíamos seguir comprando berlinas y familiares. Es un coche espacioso, cómodo y bien terminado sin apenas puntos débiles.
Lo mejor
La comodidad a bordo, la sensación de calidad percibida, el espacio interior y el buen comportamiento dinámico.
Lo peor
El precio es algo elevado y se podría percibir una mayor sensación de potencia en esta versión.
