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Prueba Mercedes E Estate 220d, un diésel con Etiqueta Eco, mucha clase y repostajes de 1.000 kilómetros

Mercedes Clase E Estate

Si quieres un coche para viajar, existen pocos mejores

En esta época de hibridación, coches híbridos enchufables o eléctricos puros nos hemos olvidado de las ventajas de tener un coche “de siempre”. Me refiero a un diésel moderno, con unas emisiones reales nada desbocadas e inferiores a algunos gasolina, con un motor que siempre cumple y con una autonomía de 1.000 kilómetros. Sí, un millar de kilómetros sin pasar por la gasolinera. Un coche como el Mercedes E 220d de esta prueba.

Es algo que hace diez años podía parecer normal, inmersos en aquella era donde los coches diésel eran los reyes de mercado e incluso había modelos que podían hacer 1.200 kilómetros sin detenerse en el surtidor. Eso que era normal… hoy es un todo un lujo, inmersos en las autonomías más cortas de los híbridos (y sin entrar en los eléctricos).

Interior con lujo y digitalización a partes iguales
Interior con lujo y digitalización a partes iguales

Tom Salt

Un lujo inesperado en un Mercedes Clase E que sí mantiene esa dosis de lujo en los acabados y en los materiales que destila todo habitáculo con la estrella en el volante. Además, esta nueva generación de la Clase E protagoniza todo un salto cualitativo en materia de digitalización, con un cuadro de mandos formado por dos enormes pantallas.

Frente a mí tengo un cuadro de relojes con 12,3 pulgadas que se puede configurar en varios modos de visualización, desde uno más clásico a otro más deportivo. Todo se controla desde un volante de aro ancho en esta unidad con acabado AMG, un toque ultradeporitvo que le sienta verdaderamente bien. En cambio, algunos controles como el del volumen del equipo de sonido me parecen demasiado sensibles y sin querer al mover el volante puedes variar el volumen.

El interior más digital de su historia

En la consola central otra enorme pantalla de 14,4 pulgadas aglutina todas las funciones de entrenamiento, que se manejan con submenús de fácil acceso. Se agradecen, eso sí, los controles directos que mantiene Mercedes para la climatización, porque el paso a la digital es normal y necesario, pero a veces puede llegar a complicar lo básico.

Detrás aparece una banqueta para tres adultos, con espacio destacable para piernas y cabeza y suficiente para que viajen tres personas en anchura. Aquí se nota su longitud, que roza los cinco metros y, sobre todo, su distancia entre ejes, que en esta generación alcanza roza ni más ni menos que los tres metros.

Rodador incansable y con consumos cercanos a los 8 l/100 km
Rodador incansable y con consumos cercanos a los 8 l/100 km

Cifras enormes que se camuflan desde fuera con un diseño muy afilado: no parece tan largo y ancho como es, de hecho resulta mucho más deportivo que en la generación. Poco a poco, los diseñadores de Mercedes han suavizado las líneas de sus primeros familiares y ahora han creado más un spòrtback que un familiar. Eso sí, con un maletero que supera los 615 litros.

Y con un morro que impone en la vista frontal, sobre todo con la altura rebajada de este acabado. Para mí, el logo de la estrella podría ser algo más pequeño, por aquello de la discreción, pero desde luego que la parrilla delantera le otorga un aire verdaderamente atractivo a ese diésel…. Que también se denomina híbrido.

Pantalla de 14,4 pulgadas, pero con algunos botones de acceso directo
Pantalla de 14,4 pulgadas, pero con algunos botones de acceso directo

Tom Salt

Porque pruebo la versión E Estate 220d, que se mueve gracias al conocido motor diésel de dos litros y 197 caballos de potencia… apoyado por una pequeña batería eléctrica. Eso le otorga el apellido “híibrido” y, con él, las ventajas que conlleva el poder lucir la pegatina ECO de la DGT en su parabrisas.

Los 200 CV se entregan con energía si pisas a fondo, pero con dulzura si eres suave con el acelerador. Es decir, es un coche eminentemente pensado para viajar y con un punto de genio necesario para frotar adelantamientos , incluso con cinco personas y maletero lleno. Aquí, la relación entre el cambio y el motor funciona de maravilla.

El maletero supera los 600 litros de capacidad mínima
El maletero supera los 600 litros de capacidad mínima

Tom Salt

También trabaja en esa línea de confort un chasis con unos reglajes bondadosos en modo Comfort y algo más duros en Sport, pero nunca sin llegar a ser un coche deportivo. De hecho aquí sí que el peso del conjunto se convierte en mayores oscilaciones de carrocería al afrontare tramos de carreteras reiterados.

Ya a la venta en el mercado español desde 66.150 euros, este Clase E Familiar es una opción de lujo dentro de los familiares de lujo. Y, para mi, sigue siéndo un lujo disponer con más de 1.000 kilómetros de autonomía. Porque con coches diésel así, tan eficientes y de prestaciones notables, se puede llegar muy lejos.

Valoración

Nota8

Los familiares cada vez vuelan más alto y no solo gracias a su polivalencia. También gracias a motores como este 220d

Lo mejor

Confort de marcha, calidad de acabados y autonomía

Lo peor

Precio de algunas opciones 

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