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Jeep Grand Cherokee 3.0 CRD: buenos argumentos

Foto del redactor David LópezFoto del redactor David López
El Jeep Grand Cherokee 3.0 CRD ofrece un equipamiento de lo más completo y unas prestaciones brillantes, pero con un consumo tan elevado como su rumorosidad

El Jeep Grand Cherokee ha conocido dos familias: Daimler-Chrysler y Fiat. Los primeros fueron casi como una madre de alquiler: llevaron a cabo toda la gestación, pero por motivos económicos les obligaron a deshacerse de la marca Jeep. Ahí entraron los italianos, que decidieron hacerse cargo del niño. Tanto cambio no parece haberle afectado.

En la versión Overland, en este Jeep Grand Cherokee 3.0 CRD la sensación de calidad es alta: la parte superior del salpicadero está forrada en cuero y, si no, hay madera. Detrás no me parece el coche más cómodo del mercado, pero tampoco está mal. La peor parte se la llevan los asientos. La banqueta está un poco baja y el respaldo tiene poca forma y no recoge del todo. Al menos se reclina. Arranco el motor. El V6 diésel que monta este americano (vídeo Jeep Grand Cherokee) no destaca por su silencio, pero tampoco es rumoroso. Selecciono la D y suelto el freno. No está demasiado cómodo por calles estrechas y no es porque sea largo, sino porque es muy ancho. Con más de dos metros, a veces me da la sensación de que tengo que apuntar para poder pasar entre dos coches.

Con solo cinco relaciones, la caja de cambios se ve ampliamente superada por la competencia. Lo que no puedo negar es que es suave y los desarrollos están bien escogidos. A 120 km/h vas a 2.400 rpm y los puntos de cambio no suelen superar las 2.000 vueltas si vas tranquilo. Lo mejor es que te tomes con calma las zonas de curvas, ya que tiende a balancear e incluso cabecea si te pasas lo más mínimo. Si optas por el modo Sport de la suspensión Quadra Drive II, ofrece un recorrido menor, por lo que la carrocería se contiene algo más. Cuando seleccionas este programa se desconecta el ESP. Afecta poco, puesto que cuando la cosa se desmanda entra en acción.

Si eres de esos a quienes no les tiembla el pulso a la hora de meter por el campo un coche con ruedas de 20 pulgadas, lo que sigue te interesa: tienes diversos modos de uso al estilo de los Range Rover. Gira el selector y podrás adaptar el coche a lo que se ponga por delante: arena, nieve y piedras sueltas. Sinceramente, en el modo automático ya vas sobrado. Una de las cosas que más me gusta es que el nuevo Jeep Grand Cherokee 3.0 CRD mantiene la reductora. Si la activas, vas a bloquear al 50 por ciento el reparto de tracción entre los dos ejes, y además el trasero cuenta con un sistema autoblocante que te ayuda a superar muchos obstáculos complicados: tú solo acelera, que el Jeep hace el resto él solito. Ese es el buen camino.

No es un Jeep Gran Cherokee SRT8, pero empuja lo suyo.

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Valoración

El Jeep Grand Cherokee 3.0 CRD ofrece un equipamiento de lo más completo y unas prestaciones brillantes, pero con un consumo tan elevado como su rumorosidad