Cómo cargar un coche eléctrico por primera vez, paso a paso

Dar el salto al coche eléctrico no es tan complicado como muchos creen, pero sí es cierto que hay ciertos hábitos y comportamientos que hay que adaptar. Uno que es sencillo, pero que supone un cambio notable es pasar de repostar un coche a recargarlo. Es por eso que vamos a explicar cómo cargar un coche eléctrico por primera vez, paso a paso.

Lo primero de todo es tener en cuenta que hay que aprender sobre bastantes conceptos de los que es posible que hayas oído hablar o no, pero que conforme empieces a “hacer vida” con tu automóvil de cero emisiones no tardarás en familiarizarte con ellos.

Empezaremos por los tipos de cargadores y de enchufes que hay, puesto que a día de hoy no existe un estándar que sea compatible con todos los coches eléctricos, un debe de la industria que poco a poco debería ir solventándose hacia un tipo de enchufe universal.

Actualmente, los que son más comunes son los siguientes:

• SAE Combo (CCS): posiblemente el enchufe más habitual a día de hoy, está configurado por cinco bornes y es compatible tanto con carga lenta como con carga rápida
• Schuko: está enfocado a la carga doméstica para tomas convencionales, está conformado por dos bornes y toma de tierra, y soporta corrientes de hasta 16 A. 
• Mennekes: su enfoque es industrial y hay dos versiones, una monofásica de hasta 16 A que se utiliza para carga lenta y otra de trifásica de hasta 63 A para la rápida

Además, hay otros que no son tan comunes como el Scame, y otros que en su día tuveron más presencia pero que ahora están cayendo en desuso, como es el caso del CHAdeMO, que empleaban los coches eléctricos japoneses más antiguos.  

Hemos mencionado conceptos como “carga doméstica” o “carga lenta” y “carga rápida”. Ahora vamos a entrar en detenimiento en ellos.

Básicamente los coches eléctricos se pueden carga en tomas de corriente alterna (CA) y de corriente continua (CC). 

La primera es la que se denomina como carga lenta, puesto que utiliza potencias bastante contenidas, ya sean monofásicas o trifásicas, de hasta 22 kW. La primera es la que se obtiene en un enchufe doméstico, mientras que para la segunda (ya sea en 11 o 22 kW) hay que instalar un Wallbox.

Es la que se encuentra en lugares privados como una casa o una oficina, es el tipo de carga más lenta, pero es como el que son compatible todos lo coches enchufables, tanto los eléctricos como los híbridos enchufables. Además, dada su potencia y velocidad, también es el tipo de carga más barata.

La carga en corriente continua es la carga rápida, que está disponible normalmente en estaciones de carga públicas. El abanico de potencias aquí es muy amplio, yendo desde los 50 kW hasta los kW que aguante cada coche. A día de hoy es relativamente común encontrar modelos que soporten más de 200 kW y los coches más punteros superan los 300 kW.

Es el tipo de carga más rápido y, por ello, también el más caro, pero se recomienda no abusar de él de manera habitual, puesto que somete a un mayor estrés al sistema eléctrico del vehículo y puede terminar acortando la vida útil de la batería, reduciendo la capacidad de la batería de manera prematura.

¿Cómo cargar un coche eléctrico?

Con todo esto claro, la respuesta a “¿cómo cargar un coche eléctrico?” es bastante sencilla. En términos generales se recomienda mantener la batería en nos niveles similares a los que se aplican a las pilas de dispositivos como los smartphones: entre el 20 y el 80%. 

Se trata, además, de la franja en la que los coches recargan de una manera más rápida, puesto que por encima del 80% el proceso se ralentiza y no es tan eficaz.

Lo recomendable es, en la medida de lo posible, utilizar siempre cargas lentas en corriente alterna, que puedes llevar a cabo tranquilamente en tu casa de noche, durante las horas valle de la tarifa eléctrica, para que a) te salga más barato y b) no se “fría” la batería.

Las cargas rápidas es preferible dejarlas para momentos en los que de verdad es necesario reponer electricidad de manera rápida, como pueden ser viajes largos, en los que con la potencia adecuada, con una parada de 20 o 30 minutos rellenes suficiente para poder alcanzar tu destino.

En este caso, los coches eléctricos suelen contar con una función de preparación previa que, al activarse, va calentando la batería para que se encuentre en la temperatura óptima para que la carga sea lo más rápida posible.

Un vez hayas entrado en el mundillo de las recargas de coches eléctricos verás que hay muchos operadores de estaciones, cada uno con sus propios precios y modos de funcionamiento (suscripciones, cuentas, aplicaciones propias…), algo que se queda un poco por encima de esta breve guía rápida sobre la carga de los EV.