VÍDEO: Prueba Audi TT Last edition, el final de una historia de amor y de un deportivo único

El Audi TT 2024 encara ya su despedida y, por eso, Audi ha lanzado una edición especial que rinde tributo a los 25 años de historia de este 2+2 que ha pasado por tres generaciones y se ha convertido en todo ese tiempo en un icono de diseño, sobre todo en su primera entrega, donde fue realmente transgresor. 

Pero antes, lanzo la pregunta: ¿Quién no ha querido tener un Audi TT en alguna ocasión? Sobre todo al principio, en esa primera generación de 1998, casi tal cual el prototipo que había sido presentado previamente. Era un coupé totalmente futurista y repleto de personalidad, e incluso hoy en día se ve especial.

La segunda generación llegaría en 2006 y se mantuvo hasta 2014. Un diseño evolucionado, pero igualmente impactante. Y la que nos ocupa en esta prueba es la tercera (y última), ya que después del verano de este año nos dirá adiós, al menos tal y como lo conocemos. 

Seguramente será eléctrico, así que me siento un privilegiado por conducir el último TT con motor puramente de combustión y etiqueta C en el parabrisas.

Ante esa despedida, inminente, Audi tenía que hacer algo especial. Para empezar, debes saber que solo habrá 25 unidades para el mercado español de este Audi TT Last Edition y todas ellas basadas en la versión 45 TFSI con el motor 2.0 de 245 CV.

Por fuera destaca por el número de la edición limitada que va en los umbrales de las puertas y en la consola central, así como una proyección de luz sobre el suelo al abrir las puertas que incluye el logo de los cuatro aros.

Entre el equipamiento de serie, tienes el paquete S line competition plus, con los cristales oscurecidos, las pinzas de freno acabadas en color rojo o las llantas de Audi Sport, que en esta edición son de 20 pulgadas con diseño de 10 radios en Y.

En el interior, los asientos deportivos plus S van tapizados en Alcántara y cuero e incluyen costuras de contraste en azul o en rojo en función del color de la carrocería. El volante, también es un clásico, achatado en su parte inferior y forrado en cuero, con inserciones decorativas en carbono.

Entre los elementos de equipamiento para esta versión 25 años se incluye el sistema de infotainment MMI Navegación plus con Audi connect, la instrumentación digital Audi virtual cockpit y el equipo de sonido Audi sound system y los faros Matrix LED.

En marcha, todo eficacia en curva...

Ya estoy en marcha y la realidad es que la experiencia de conducción del Audi TT nunca ha supuesto una vorágine de emociones. Siempre ha sido un coche tan correcto y tan eficaz, que lograbas ir a toda velocidad, pero un poco falto de expresividad.

Con sus 1.460 kilos, no es un coche especialmente ligero (Un Alpine A110 lo es más), pero sí es ágil. Tiene una dirección rápida y precisa, y su suspensión favorece cambios de trayectoria bastante veloces sin perder un alto grado de confort cuando viajas por autovías en buen estado. 

Por carreteras rotas, el coche, como es obvio, se vuelve más rebotón e incómodo. Pero siempre tienes la sensación de que es un coche noble y que además te otorga una elevadísima dosis de confianza.

Luego está el motor. Un 2.0 TFSI, archiconocido, propulsor que en su configuración de 245 CV presenta un muy buen equilibrio entre rendimiento y consumo. Anda bastante, con un último tramo de revoluciones algo plano, pero no falto de energía.

Y el consumo es contenido: en circunstancias normales, puedes moverte en 8,5 l/100 km con mucha facilidad, lo que no es mucho más de los 7,8 l/100 km que homologa.

En definitiva, esta versión de 245 CV no es la versión más potente, que recae sobre la variante RS de 400 CV, pero si que es la más equilibrada, con unas reacciones rápidas, confort y eficacia a raudales.

Cada una de las 25 unidades de este TT 25 aniversario viene acompañada de una caja de bienvenida específica que incluye un reloj firmado por Audi Sport y una carcasa para la llave del vehículo en fibra de carbono.

El único coche realmente comparable a este Audi TT es el Toyota GR Supra, que cuenta con una versión de cuatro cilindros y 258 CV por la que la marca nipona pide 60.800 euros. Audi pide por este 72.800 euros con todo el equipamiento que tiene.