La verdadera velocidad a la que saltan los radares en las carreteras de 120 km/h

La mayoría de los conductores (por no decir todos) los odia y los considera un instrumento de la administración para recaudar. Sin embargo, nos guste o no, ayudan a levantar le pie del acelerador. Lo que muchos no saben es la verdadera velocidad a la que saltan los radares en las carreteras de 120 km/h.

Porque sí, los cinemómetros operan con un margen de tolerancia, unos km/h de cortesía en los que se puede superar el límite máximo establecido para la vía sin que se ponga una multa. 

Esos límites de velocidad están establecidos por ley, pero las sanciones se aplican teniendo en cuenta con margen de error que tienen los radares. Hasta ahora, dicho margen se calculaba con la conocida como regla del 5 y del 7.

Hasta los 100 km/h, ese margen es de 5 km/h en los radares fijos y del 7 km/h en los móviles. A partir de los 100 km/h, pasamos a hablar de porcentajes: 5 y 7%, respectivamente. 

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La velocidad real a la que saltan los radares

Con esta regla, en una carretera de 120 km/h, los radares saltaban a partir de los 131 km/h, ya que el 7% de 131 es 9,17 (redondeando a 10). Si se resta 10 a 131, el resultado es 121, cifra a partir de la cual se sobrepasa el límite de velocidad. Por lo tanto, 131 km/h es la velocidad a la que saltaba el radar en autovía.

Pero esto ha cambiado con la nueva normativa. Ahora el margen de error de los radares es más estrecho y, por tanto, la velocidad real a la que salta es más baja. 

Desde ahora, hasta 100 km/h se aplica un margen de 3 y 5 km/h para radares fijos y móviles y, a partir de 100 km/h, el 3 y 5% para radares fijos y móviles.

Esto significa que la verdadera velocidad a la que saltan los radares en las carreteras de 120 km/h es a 125 km7h en radares fijos y 128 km/h en los móviles. 

El margen de diferencia de los velocímetros

Por otro lado, el velocímetro de los coches también suele tener un margen de diferencia entre la velocidad que marca y la real a la que circula. Es decir, marca una velocidad más mayor de la verdadera.

Ese margen no es fijo en todos los vehículos, sino que varía dependiendo del modelo. Pero, normalmente, cuando el cuadro de instrumentos señala 120 km/h, en realidad el coche avanza a unos 116 km/h. 

Esto se debe a que, por ley, un vehículo no puede mostrar una velocidad superior a la que circula, por eso marcan una velocidad siempre menor a la real. Es una manera de asegurarse, por parte de las autoridades, de que conducimos más despacio. 

Hay que recordar que el exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de accidentes de tráfico. Según datos de la DGT, uno de cada cinco accidentes con víctimas en la carretera está relacionados con este factor.

Por eso, desde Tráfico llevan años desarrollando todo tipo de estrategias y métodos para que los conductores no sobrepasen los límites legales.

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Etiquetas: Multas de tráfico, radares, DGT