Porsche Ibérica cumple 40 años: el creador de sueños se hace mayor

La marca Porsche empezó su andadura hace mucho tiempo. Tanto, que es una de las marcas con más historia de todas las que existen en la actualidad. Si me preguntas, una de las que mejor futuro tienen, pero eso lo digo yo que soy un fanático de la marca.

Puede que te suene, pero en España las cosas no estaban muy allá en 1964, cuando el icono de los alemanes vio la luz. Claro que podías hacerte con uno en aquella época, pero no se lo comprabas a Porsche directamente.

Tampoco a principio de los años 80. En esa década los coches deportivos de Stuttgart llegaban más bien en cuentagotas y de la mano de un importador privado llamado Turbo Motor.

Pero no era sencillo hacerse con un coche de este tipo: había que pagar un impuesto de lujo del 33%  y un arancel. En el caso de modelos procedentes de países más potentes, como el caso de Alemania, había que hacer frente a la fortaleza del marco.

Y es que en 1984, un Porsche 911 Carrera 3.2 costaba unos 40.000 euros, que a precios de hoy equivaldrían a 162.000 euros actuales...

Precisamente, el 911 3.2 fue uno de los primeros modelos que se vendieron en Porsche España, como se llamó al principio, pero no por eso era un superventas: de hecho, en 1985, primer año entero de la filial, se vendieron 252 unidades.

De esas, más de la mitad eran de los modelos transaxle de aquella época: 924, 944 (el Turbo inició su andadura ese año, precisamente). El 928 era extremadamente caro, y aun así se colocaron 28 unidades y 12 del superdeportivo de la época, el Porsche 959. 

Uno de los primeros hitos de lo que acabaría siendo Porsche Ibérica fue cuando se hicieron con un terreno a las afueras de Madrid que con el tiempo se iba a convertir en el Centro Porsche Madrid Norte.

Como dato curioso, Porsche y Saab iban de la mano y los que tenemos una edad medio decente y vivíamos en Madrid en aquella época, recordamos una torre con el letrero dela marca sueca junto con en escudo de Porsche unos metros más allá.

Un modelo especial para España y Portugal

La presentación del Porsche 911 Cuarenta Edition (aquí tienes más datos de cuando pude verlo y montarme en él) es un hito importante porque se trata de una de las pocas ediciones especiales que una marca de este tipo lanza para nuestro mercado (entiende "nuestro" por el portugués y el español).

Pero el primer modelo que allanó el camino fue una variante básica del 924 denominada Spirit que tomaba como base el 924 Club Sport. De este se vendieron 30 unidades, 15 en negro y otras 15 en blanco pensando en atraer a público femenino.

Pero los felices años 80 y los primeros años 90, con la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, terminaron a lo grande: con la mayor crisis económica de la segunda mitad del siglo XX.

En esa época la marca estaba en estado crítico. Los pedidos cayeron a la mitad y en 1993 apenas vendieron 139 unidades. El objetivo de las 200 quedaba lejos, y así se mantuvo hasta 1996, momento en que se podría decir que Porsche entró en la modernidad.

Una gama escuálida salvada por el agua

Los Porsche 968 y 928 dijeron adiós un año antes, en 1995, y la gama se quedaba bastante escasa. 1996 vio la aparición del Boxster tipo 986, un roadster biplaza más barato que impulsó las ventas a pesar de las reticencias de los más puristas que no veían nada bien la aparición de un modelo base.

A estos, además, les tuvieron que poner algún que otro marcapasos cuando se enteraron de que el motor bóxer de seis cilindros refrigerado por aire que animaba a la generación 993 tomaba el mismo camino que los deportivos de motor delantero. 

Así, el Porsche 911 996, actualmente el 911 clásico más asequible, llegó como el patito feo, con una estética compartida con el Boxster y un motor refrigerado por agua que aparentemente perdía la esencia de la deportividad.

El pequeño fue un éxito de ventas y en 1997 Porsche Ibérica vendió 223 unidades que se unían a las 147 de la generación 996. El ascenso en ventas se consolidaba, y eso que aún faltaban algunos hitos que harían a los de Stuttgart alcanzar el hiperespacio de su segmento.

La clave del futuro estuvo en Basella, Lleida 

En esta localidad de Lleida llegaron unos extraterrestres. Bueno, en realidad eran ingenieros alemanes con un objetivo chocante en aquella época: desarrollar el SUV con aptitudes todoterreno que fue el Cayenne.

En el ámbito internacional fue chocante la apuesta de la marca por una nueva fábrica en Leipzig, que, las cosas como son, desde entonces se ha hartado de despachar Cayenne desde su inauguración en 2002.

Y es que este SUV deportivo duplicó el objetivo de ventas. En Porsche Ibérica esperaban unas 400, pero se alcanzó la cifra de 899, más de la mitad de los modelos de la marca en 2003.

¿Un SUV? Y qué es lo próximo, ¿una berlina y un diésel? Pues sí...

El inicio del siglo XXI fue bueno para la marca y para su filial española, que contaba por miles las ventas sin olvidar los poco más de 130 deportivos a los que llegaron una década y media antes.

En 2008 crisis económica a la que ahora conocemos como la Gran Recesión casi noqueó a la filial española: las matriculaciones cayeron un 37 % en 2008 y otro 23 % en 2009.

En el resto del mundo estaba igual de mal. En la marca tenían varios ases en la marca. Por un lado apareció en Cayman, la versión coupé del Boxster de segunda generación (987), que además recibió elogios por su agilidad y espíritu deportivo.

Pero solo con deportivos no se sale adelante. El Cayenne era poderoso, pero no era capaz de mantener las ventas de volumen él solo. Por eso apareció otro modelo como poco controvertido: el mundo conoció al Porsche Panamera.

Esta berlina de cuatro puertas y motor delantero le plantó cara a modelos más establecidos y baratos de marcas premium con una estampa espectacular y un tacto típicamente Porsche. Tanto es así que se vendieron 370 unidades en su primer año en nuestro mercado y logró la mayor cuota de su segmento.

¿Un éxito? Claro, pero lo mejor estaba por venir: ¡el diésel! Herejía, insulto, afrenta... Se dijo de todo, pero el Cayenne llegó con un V6 diésel de origen Volkswagen y sus competidores, antes de poder reaccionar, vieron cómo la mitad de las ventas de toda la marca eran de esta variante. Y, además, más adelante llegó también el V8 4.2, aunque duró poco.

El superdeportivo que lo adelantó todo

Diésel, SUV, motores delanteros... En 2010 se dejó de hablar de eso para hablar de electricidad con la llegada del 918 Spyder concept, que  adelantaba las versiones híbridas que se podían conducir en carretera (Cayenne S E-Hybrid) y en circuito (911 GT3 R Hybrid) y el modelo de producción del superdeportivo de 887CV.

Y es que la electrificación es algo presente desde hace bastante tipo en Porsche. El Panamera y el Cayenne se asentaron con sus versiones híbridas y en 2010 ya no era tan raro unir las palabras Porsche e híbrido en una sola frase.

La década comenzó con la dirección actual en la marca. Tomás Villén empezó, como el mismo cuenta, el 1 de enero porque no podía esperar a incorporarse el día 2.

En esta cuarta década se ha llevado a cabo la que probablemente es la mayor revolución en la marca desde la sustitución del 356 por el 911.

Se presentó como Porsche Mission E Concept, pero acabó siendo el Porsche Taycan, el primer eléctrico de la marca y, probablemente, la berlina de baterías más deportiva de la actualidad que en su primer año de vida se vendió bien: 360 unidades en su primer año.

Pero el futuro pasa por los electrones sí o sí. En la marca han estado trabajando en el desarrollo de la infraestructura de recarga: Porsche Ibérica ha contribuido a la instalación de unos 900 cargadores públicos, de ellos, 250 con una potencia superior a 175 kW, lo que es más o menos el 50% de los cargadores de alta potencia que hay en toda la península.

Y es que la gama se electrifica a pasos agigantados. A los que les pusieron un marcapasos con la llegada del 911 refrigerado por agua puede que tuvieran que añadirles una pila extra cuando vieron que el Macan pasaba a ser completamente eléctrico o que el sucesor de los 718, también.

Hoy en día, el futuro de Porsche se puede resumir en un solo modelo. Como no puede ser de otro modo, es un 911. Pero uno especial: el primer Porsche 911 híbrido es el GTS T-Hybrid (que ya he podido conducir) y el que aglutina el pasado y el futuro de la marca: la deportividad, la eficiencia y esa manera de hacer las cosas tan típica de la marca. 

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Etiquetas: Coches deportivos