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Parece que los coches eléctricos no lo tendrán tan fácil en EE.UU. como en Europa

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La administración de Joe Biden podría asestar un duro revés a la expansión del coche eléctrico en su intento por frenar a los fabricantes procedentes de China. Estados Unidos planea en las próximas semanas cuadruplicar los aranceles de importación a estos vehículos.

La transición hacia un futuro en el que los coches eléctricos dominarán el panorama automotriz no solo se está dando en Europa. Se trata de un cambio a escala global que incluye grandes naciones como Estados Unidos y China, dos países que, además, tienen un importante problema en lo que ha importaciones se refiere y que la administración Biden está a punto de agravar.

El proteccionismo estadounidense busca precisamente eso, proteger su economía e intereses ante las amenazas que puedan llegar de otros países. China es una de estas amenazas si nos centramos estrictamente en el mercado del automóvil, una amenaza que en Europa ya estamos viviendo desde hace meses con los coches eléctricos que llegan desde el país asiático a precios de derribo.

Mientras en Europa, los gobernantes no han aplicado ningún tipo de restricción más allá de los aranceles a las importaciones, lo cual apenas reduce la competitividad en términos de precio de los coches chinos, en Estados Unidos están a punto de dar un golpe sobre la mesa en un intento por frenar los planes de expansión de la industria automotriz china.

Caída ventas Tesla China

Biden cuadruplicará los aranceles de importación a los coches eléctricos chinos

Según apunta el The Wall Street Journal, la administración del presidente Joe Biden aplicará un arancel de importación del 100% sobre los vehículos eléctricos chinos. Este nuevo impuesto no solo afectaría a los vehículos, ya que podría aplicarse incluso a tecnologías de energía renovable, recursos para fabricarlas y productos terminados, incluyendo desde minerales hasta baterías y paneles solares.

El primero de estos aranceles se aplicaría a los vehículos eléctricos procedentes de marcas chinas, una tarifa que cuadruplicaría los aranceles del 25% actuales. Además, se podría implementar un impuesto adicional a la importación de automóviles del 2,5%.

El arancel existente ha sido eficaz hasta ahora para mantener a marchas chinas como BYD fuera del mercado estadounidense. Sin embargo, según se informa, a la administración Biden le preocupaba que no fuera suficiente para evitar que estos coches cada vez más baratos lleguen a tener precios más bajos que los coches nuevos más económicos que se venden en Estados Unidos.

A pesar de que esta medida podría frenar la llegada de fabricantes de coches procedentes de China, suponen también un grave inconveniente para los planes de muchas empresas estadounidenses que se dedican a la exportación de sus productos a otros mercados, donde se puede encontrar China.

Es posible que China devuelva el golpe donde más duele. Según se informa, los funcionarios chinos han sugerido que tomarán medidas, unas medidas que podrían incluir aranceles especiales (más elevados) para productos procedentes de Estados Unidos, frenando así las ventas en el extranjero del país norteamericano.

Al mismo tiempo, esta medida que parece que acabará implementando Biden en las próximas semanas supone un duro revés para la expansión del coche eléctrico, ya que las marcas chinas están contribuyendo positivamente a que los precios sean más bajos y que los consumidores puedan acceder a un tipo de vehículo que, tradicionalmente, siempre ha sido más caro que uno de combustión tradicional.

Etiquetas: Coches chinos

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