Muy buenas noticias que confirman que Porsche echa el freno con el coche eléctrico, y es que mantendrá su motor V8 más allá de 2030
Tercera y cuarta generación del Cayenne convivirán.
Tras el impulso inicial del coche eléctrico, no son pocos los fabricantes de automóviles los que han tenido que reajustar su hoja de ruta para ajustar sus planes a corto y medio plazo a la realidad actual del mundo del motor. En general han optado por alargar la vida de sus mecánicas de combustión en híbridas, y Porsche ha sido la última en confirmar esta tendencia.
En un comunicado de prensa la marca alemana se ha jactado de haber ofrecido siempre un amplio abanico de cualidades para sus modelos, señalando que ha habido disponibles versiones de los mismos tanto centradas en el máximo rendimiento como otras pensadas para un uso diario y el confort.
Es un enfoque que señala que los futuros SUV de la compañía seguirán empleando en el futuro, y pone como ejemplo central el del Porsche Cayenne.
Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, ha declarado: “El Cayenne siempre ha sido el referente en deportividad de su segmento. A mediados de la década, la cuarta generación marcará la pauta como SUV eléctrico”.
“Al mismo tiempo, en la próxima década nuestros clientes podrán seguir eligiendo entre una amplia gama de potentes y eficientes modelos de combustión e híbridos”., concluye. De esta manera, la compañía confirma que simultáneamente coexistirán la cuarta generación del modelo, 100% eléctrica, con la tercera, que no dejará de actualizarse.
Ésta ya recibió el año pasado “una de las actualizaciones de producto más amplias de la historia de Porsche”, pero no va a dejar de recibir inversiones tecnológicas por parte del fabricante que continúe desarrollándose.
La marca apunta a que sus ingenieros se están centrando, entre otros elementos, en los sistemas de propulsión. Concreta además el foco en el motor V8 biturbo, que recibirá mejoras técnicas para cumplir con los futuros requisitos legales.
A pesar de ello, Blume señala que la apuesta es por la electromovilidad: “Nuestra estrategia de producto podría permitirnos que, en 2030, más del 80 % de nuestros coches nuevos entregados fueran totalmente eléctricos, dependiendo de la demanda de los clientes y del desarrollo de la movilidad eléctrica en las diferentes regiones del mundo”.
De hecho, la variante 100% eléctrica del modelo tendrá una importancia capital para la compañía, como explica Michael Steiner, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG como responsable de Investigación y Desarrollo.
“La flexibilidad de la arquitectura PPE nos permite integrar las últimas tecnologías en las áreas de sistemas de alta tensión, propulsión y chasis. Utilizaremos el potencial de la electrificación para llevar al Cayenne a un nivel completamente nuevo en muchos aspectos, por ejemplo, en términos dinámicos”, ha declarado.
Para que se lance al mercado todavía queda bastante tiempo y muchas pruebas de desarrollo por delante, pero las primeras mulas ya han salido de fábrica para empezar a recorrer kilómetros.
Michael Schätzle, Vicepresidente de la gama Cayenne, comenta: “Las pruebas en un entorno real han comenzado y constituyen uno de los hitos más importantes del proceso de desarrollo”.
Por delante les quedan varios millones de kilómetros de pruebas bajo condiciones climáticas y topográficas extremas. “De este modo, garantizamos la estabilidad operativa y la fiabilidad del hardware, el software y de todas las funciones del vehículo de acuerdo con nuestros elevados estándares de calidad”, añade.
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