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El irrompible todoterreno ruso que parece de los 70 pero que es eléctrico

Invicta Spartan

Directo desde Rusia, pero con entrañas chinas.

El mundillo de los coches todoterreno ha recibido con los brazos abiertos a las mecánicas de cero emisiones. Podría decirse que ambos conceptos maridan bien juntos, y es que un sistema de propulsión que no contamine para el más apropiado para un vehículo creado para ir por el campo. 

Incluso modelos de renombre, como es el caso de los Mercedes Clase G y el Suzuki Jimny, ya han anunciado que tendrán una versión a pilas, pero también ha salido a la palestra nuevos coches eléctricos con este enfoque, algunos más peculiares que otros.

 

Uno de los que resulta más llamativos es el Invicta Spartan. ¿Por qué? Porque al mirarlo nada hace pensar que bajo esta estética soviética tan de la vieja escuela se encuentre un motor de cero emisiones.

No es algo fortuito y es que la base sobre la que está desarrollado es la del UAZ Hunter, procedente de Rusia, que lleva produciéndose desde 1999 y que, por tanto, está un poco desactualizado a nivel estético.

El Spartan es un modelo grande: tiene una longitud de 4.050 mm, una anchura de 1.730 mm y una altura de 1.950 mm, con una distancia entre ejes que alcanza los 2.380 mm. Eso, sumado a su mecánica de cero emisiones, hace que tampoco sea excesivamente ligero, superando ligeramente las 2 toneladas (2.040 kg).

Dentro es lo que cabría imaginarse: la simplicidad hecha habitáculo, con materiales sencillos pero resistentes y sin más concesión a la tecnología actual que una pequeña pantalla a color en el centro del salpicadero, que está hecho de chapa metálica.

Lo más destacado del Spartan es su mecánica, apartado en el que deja claro que es un todoterreno con todas las de la ley.

Emplea un motor eléctrico síncrono de imanes permanentes de 163 CV (120 kW), que no parece una potencia excesiva, pero va acompañada de un notable par máximo de 600 Nm. Esto, sumado a la entrega inmediata de fuerza del sistema de propulsión, es suficiente para salir de cualquier atolladero.

Invicta Spartan

A ello ayuda también el hecho de contar con un sistema de tracción integral que permite al conductor elegir si quiere que actúe como un tracción delantera, como un trasera o si manda la potencia a las cuatro ruedas.

Lo que importa es su capacidad off-road, que presenta unos ángulos buenos gracias a sus cortos voladizos y una profundidad de vadeo de 500 mm. Menos relevante es su velocidad máxima, pues aunque puede alcanzar los 130 km/h, al estar homologado como un vehículo de la categoría N1 su límite legal es de 90 km/h.

Por lo que respecta a alcance, monta una batería de 62 kWh de capacidad gracias a la que homologa una autonomía de 262 km. La particularidad en este caso radica en el diseño y ubicación de las celdas, pensado para equilibrar los pesos de cara a la conducción fuera del asfalto.

El Invicta Spartan ya está a la venta en España por un precio de 48.190 euros incluyendo descuentos promocionales (sin ellos hay que desembolsar 57.930 euros). Gracias a ello es compatible con las ayudas del Plan Moves, por lo que el montante final puede ser incluso más barato.

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