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El extraño fenómeno que descoloca y pierde al navegador de tu coche

GPS

Hablamos de una tormenta solar, una de las pocas causas que pueden provocar un fallo mundial del GPS.

Así es el extraño fenómeno que descoloca y pierde al navegador de tu coche. Hablamos de una tormenta solar, una de las pocas causas que pueden provocar un fallo mundial del GPS. ANZEN Engineering nos explica cómo es este poco probable fenómeno que podría ser una de las causas que provocarían un fallo en bloque de todos los satélites.

Los satélites GPS se ubican en constelación en órbita media. Gracias a ello, permiten una cobertura global. Esto proporciona condiciones favorables para alcanzar el nivel de precisión requerido al sistema de navegación, trabajando sin problemas en la localización.

La constelación está diseñada para trabajar en redundancia, con múltiples satélites complementándose entre sí. Por lo que el servicio no suele fallar. Pese a todo, “entre las poco comunes causas que pueden provocar un fallo en bloque de todos los satélites implicados en emitir la señal de GPS están las tormentas solares”, explica el director de Innovación de la compañía, Pablo López Negro.

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Esto ocurre cuando el sol emite una gran cantidad de partículas cargadas y radiación electromagnética. Estas pueden interferir con las señales que se emiten entre los satélites GPS y los receptores terrestres, lo que puede causar errores en la determinación de la ubicación. Podría incluso hacer que se perdiera completamente la señal de GPS.

“Cuando estas partículas y radiación entran en contacto con el campo magnético terrestre y la atmósfera de la Tierra, pueden provocar varios efectos, incluyendo la interrupción de los sistemas de GPS”, explica López Negro. “Las partículas de alta energía de una tormenta solar pueden dañar los satélites en órbita, y esto podría generar una pérdida de funcionalidad, interrumpiéndose los servicios de geolocalización”, añade.

El GPS no suele fallar porque sus satélites no permanecen estacionarios respecto a un punto de la Tierra. Su órbita más baja les permite tener un tiempo de recorrido más rápido alrededor de la Tierra, lo que posibilita una cobertura global, a diferencia de los satélites geoestacionarios.

 

Al contrario que los utilizados para retransmisiones televisivas, “que se ubican en una órbita fija a 35.786 km sobre el ecuador terrestre, los satélites empleados para la geolocalización se ubican en órbita media, a unos 20.000 km de altura”, explica el director de Innovación de ANZEN Engineering.

“Hace 30 o 40 años, el ciudadano de a pie padecía, como mucho, un corte de televisión en una retransmisión vía satélite si ésta fallaba”, señala el experto. “Hoy día, cumplido casi un cuarto del siglo XXI, algunas misiones basadas en satélites son críticas para la sociedad. En ellas, el servicio debe garantizarse con un nivel muy alto de confiabilidad”.

De este modo, “un fallo en la señal de GPS de, por ejemplo, 24 horas, tendría un impacto relevante”. Y no solo sería en la vida cotidiana de las personas, en la conducción, localización de servicios o en la sincronización del tiempo en dispositivos electrónicos. Su impacto llegaría a la economía, pues el comercio global que se basa en sistemas de navegación.  “Por no entrar en las implicaciones que tendría en materia de seguridad y defensa”, advierte el mismo experto.

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Etiquetas: Motor