Éxito en las últimas pruebas del tren de elevación magnética que alcanza los 4.000 km/h

En febrero pasado, China afirmó haber superado todos los récords de velocidad en tierra con un prototipo de tren de levitación magnética de "ultra alta velocidad" que alcanzó los 623 kilómetros por hora. 

Ahora, los responsables del proyecto, la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC), un contratista importante en el sector aeroespacial y defensa que colabora con el gobierno de Pekín, han anunciado que han probado exitosamente el maglev en un tubo de vacío tipo hyperloop, acercándose a los 1.000 km/h proyectados para esta etapa del proyecto. CASIC sostiene que el sistema podría llegar hasta los 4.000 km/h en futuras fases. 

La prueba fue realizada con un prototipo a escala real del maglev en un tubo de bajo vacío de 2 km de longitud. Según el medio chino Xinhua, el tren, denominado T-Flight por CASIC, logró una navegación controlada, una suspensión estable y una parada segura, tal como estaba planeado. 

Asimismo, el tren alcanzó su velocidad máxima y la altura de suspensión prevista. Todos los sistemas funcionaron correctamente, y la trayectoria del vehículo se ajustó con precisión a la trayectoria teórica, de acuerdo con la información de Xinhua. 

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Además, se comprobó que el tubo podía establecer y mantener un entorno de vacío en largas distancias y a gran escala, lo cual es fundamental para la viabilidad del sistema. El objetivo de CASIC con el T-Flight es conectar grandes megaurbes mediante un tren de ultra alta velocidad, capaz de transportar pasajeros entre ciudades como Pekín y Shanghái en apenas una hora y media. 

Actualmente, el viaje entre estos destinos toma entre 4,5 y 6,5 horas en tren de alta velocidad, 12 horas o más en un tren convencional, y algo más de dos horas en avión, sin contar el tiempo de traslado al aeropuerto.

Así es como funciona el sistema

CASIC utiliza una combinación de diversas tecnologías aeroespaciales y nuevos superconductores que disminuyen la resistencia eléctrica, permitiendo una levitación magnética más estable y eficiente. La levitación a estas velocidades requiere una ingeniería sumamente precisa, con una tolerancia máxima de variación en la pista de solo 0,3 milímetros, según la compañía. 

Esta precisión es esencial para el correcto funcionamiento del sistema, ya que sin ella, la estabilidad del tren sería imposible. El objetivo es que el T-Flight alcance los 1.000 kilómetros por hora, lo que representaría un notable incremento en comparación con las velocidades de los medios de transporte actuales, tanto terrestres como aéreos. 

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Una oportunidad adicional para el hyperloop

China cuenta con una población lo suficientemente grande como para que un proyecto de este tipo sea económicamente viable. Sin embargo, queda por ver si esta nueva tecnología logrará convencer al gobierno de Pekín para realizar las inversiones necesarias. 

Hasta ahora, todos los intentos de implementar un sistema de transporte tipo Hyperloop han fracasado. Si este nuevo tren desea evitar ese mismo destino, deberá superar varios desafíos importantes. 

En primer lugar, está el tema de la seguridad. Para que el T-Flight funcione a las velocidades que busca CASIC, es necesario mantener un estado de vacío dentro de los tubos durante largos periodos. La despresurización del tubo introduce variables inesperadas en las ecuaciones aerodinámicas que podrían ser peligrosas para los pasajeros. 

En segundo lugar, está el coste. El kilómetro de línea hyperloop es considerablemente más caro que el de un tren de alta velocidad convencional, y actualmente China ya posee la red ferroviaria de alta velocidad más extensa del mundo, con más de 45.000 kilómetros de líneas y una velocidad de 350 kilómetros por hora. España, que ocupa el segundo lugar, cuenta con menos de 4.500 kilómetros.

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Etiquetas: China