Compra un Tesla Cybertruck para venderlo más caro, la marca no le deja y se inventa esta excusa tonta para poder hacerlo

Cada vez es una práctica más extendida entre las marcas que fabrican coches de lujo y/o exclusivos obligar a cumplir a sus clientes un acuerdo por el que se comprometen a no vender un vehículo recién adquirido en determinado tiempo para evitar así las especulaciones. Uno de los modelos que tienen esta clausula es el Tesla Cybertruck, y hay alguien que quiere saltársela.

Se trata de Blaine Raddon, un cliente de Tesla que alega que tiene que bien devolver, bien vender su Cybertruck por una razón muy sencilla: no le cabe en el garaje. Pero ese es el final de la historia, vayamos al principio.

Raddon reservó su pick-up nada más presentarse éste, allá por 2019. Sin embargo, alega que su situación es muy distinta ahora de como era entonces: hace 5 años estaba casado y vivía en una casa grande, actualmente se ha divorciado y vive en otra residencia que tiene un garaje más pequeño, uno que en el que no es práctico tener el Cybertruck.

Según comenta, por las dimensiones del mismo, prácticamente no puede ni abrir las puertas de la camioneta, así que no es viable tenerlo dentro. Además, suponemos que no quiere dejarlo tampoco en la calle, algo que parece no recomendable ya que la creación de Elon Musk es bastante sensible con elementos como la lluvia o los excrementos de pájaro.

Hay que tener en cuenta que aunque el Tesla Cybertruck es enorme según los estándares europeos, la realidad es que para lo que se “cuece” en Estados Unidos es hasta pequeño. Por ejemplo, es bastante más corto que el Ford F-150, que es el pick-up más vendido en el país.

A pesar de ello, Raddon dice que no puede quedárselo y que lo quiere vender, simplemente por que no cabe en su garaje, no porque quiera sacarle beneficio al modelo, ya que las listas de espera son demasiado largas.

Sea verdad o no su motivo, el problema radica en el hecho de que simplemente no puede venderlo.

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Tesla Cybertruck (3 imágenes)

Como comentábamos al principio, quienes han adquirido este vehículo tuvieron que firma un ‘Motor Vehicle Order Agreement’, un acuerdo por el que el comprador se compromete a no venderlo durante el primer año que tiene en propiedad.

En caso de incumplirlo, al menos en teoría, Tesla puede demandar a cualquier cliente por una cantidad de hasta 50.000 dólares si en la venta gana como mínimo esos 50.000 dólares. Es decir, para sacar rendimiento a la venta el montante tendría que ser muy superior, lo que también en teoría debería ser suficiente para disuadir a los especuladores.

Además, quien haga esto entrará en la lista negra de la compañía y no podrá volver a comprar ninguno de sus otros coches.

La marca de Elon Musk, sin embargo, ofrece una alternativa a quienes quieran deshacerse del vehículo: la compañía lo compra de vuelta aplicando un descuento de 25 céntimos por cada milla recorrida. Pero Raddon comenta que su situación es especial y según su concesionario local esta recompra no está garantizada.