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Comparativa: Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

Comparativa Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

Redacción AUTO BILD

Duelo de titanes.

Mirando profundamente a los ojos de estos dos SUV que acaban de ser renovados, uno no creería que uno de ellos está entrando en su sexto año de producción y el otro en el séptimo. El BMW X5 y el Porsche Cayenne ni siquiera parecen tan viejos, aunque es evidente que lo son... 

Naturalmente, las recientes puestas al día contribuyen a esa impresión de frescura: en el caso del bávaro, el lavado de cara se llevó a cabo hace aproximadamente un año, mientras que el renovado Cayenne S E-Hybrid lleva solo unos meses en el mercado. 

Distintos corazones 

Las espadas están, por tanto, en todo lo alto, pero BMW y Porsche se diferencian notablemente en su concepción: desde la última actualización, el M50i ha pasado a denominarse M60i y lleva a bordo un sistema híbrido ligero integrado en la transmisión que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas. 

 

Un pequeño motor eléctrico ayuda con unos escasos 9,0 kW (12 CV), así que los 530 CV declarados proceden íntegramente del V8 de 4,4 litros. El enorme propulsor biturbo proporciona 750 Nm de par y acelera al M60i hasta 100 km/h desde parado en tan solo 4,3 segundos, cifras realmente impresionantes, especialmente para un SUV de nada menos que 2.345 kilogramos de peso y cinco metros de longitud. 

El peso es sencillamente descomunal, ya que, no contento con eso, en nuestra propia báscula la cifra fue incluso más alta (medimos 2.388 kg). Sin embargo, curiosidades de la vida, esto no es nada comparado con su homólogo de Stuttgart, que culminó el proceso de pesaje por encima de la marca de las 2,5 toneladas (2.511 kilos para ser exactos). 

La razón de tamaña cifra se descubre rápidamente: el S E-Hybrid viene con un sistema híbrido enchufable cuyo paquete de baterías ha aumentado su capacidad en 8,0 kWh, llegando ahora a los 25,9 kWh en total. 

Con ella completamente cargada debería bastar para una lograr autonomía puramente eléctrica de hasta 90 kilómetros, aunque la realidad, como luego veremos es bien distinta. Ese sistema PHEV también explica las cifras de consumo (homologadas y completamente irreales) de 1,7 litros a los 100 km. 

En teoría, esto puede ser alcanzable con una batería completamente cargada y un recorrido tremendamente favorable, ya que cuando la batería está vacía, la realidad es bien distinta: el Cayenne S E-Hybrid logró un consumo medio de 6,3 litros cada 100 km en nuestro recorrido de pruebas y, aunque se trata de un resultado muy respetable para un SUV de su tamaño, es pura burla comparado con las cifras anunciadas por la marca. 

¿Recuerdas las cifras de consumo oficiales de los fabricantes antes de que entrara en vigor el actual protocolo WLTP? Por aquel entonces, las marcas podían utilizar todo tipo de trucos y los valores reales eran entre un 20 y un 30 por ciento más altos. 

Todo el mundo en la industria sabía cómo manejar esto y estimar los valores en consecuencia. Como resultado, las cifras eran perfectamente comparables, pero el cliente se sentía sensiblemente engañado. Como resultado, se introdujo un nuevo ciclo de pruebas WLTP que debía ofrecer valores más realistas. 

Comparativa Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

Funcionó: los datos ofrecidos hoy en día suelen ser entre un 5 y un 10% superiores a los prometidos por las marcas, algo perfectamente normal y asumible. 

Simplemente fíjate en el X5 de estas páginas: los bávaros anuncian un gasto medio de 12,5 litros en la ficha técnica y nosotros hemos medido 13,6, lo que supone una desviación del 8,8% que, al final, es algo razonable.

Discrepancia de consumo en Porsche 

En el caso del S E-Hybrid, nuestro valor medido es un 270% más alto que el consumo anunciado de fábrica y la desviación es mucho peor de lo que nunca fue el caso según la anterior norma NEDC. 

Como pequeño dato de referencia: hace seis meses medimos el consumo de un Cayenne sin el sistema híbrido enchufable del S E-Hybrid (solo con un V6 de 353 CV como protagonista bajo el capó) y el resultado que obtuvimos fue de 13,1 litros a los 100 km con 350 kilogramos menos de peso en orden de marcha. 

Precisamente por eso hemos escrito la palabra "teórica" en la ficha técnica tras hablar de una autonomía que llega a los 1.110 kilómetros calculados recargando teóricamente la batería por completo cada 100 kilómetros. 

En la práctica, el consumo es de 6,3 litros en los primeros 100 kilómetros (más la electricidad de la batería) y, a partir de ahí, el dato se dispara hasta quedarse entre 13 y 14 litros por cada 100 km. 

Comparativa Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

Dicho esto, avancemos en esta comparativa y echemos un vistazo a los ingredientes que trae el rival del Porsche: BMW ha equipado a su X5 M60ixDrive con un juego opcional de llantas de 21 pulgadas y neumáticos Pirelli P-Zero, además de la suspensión deportiva adaptativa y el sistema de frenos deportivos. 

Sin embargo, este último solo está disponible en el paquete M Pro, que oscurece la parrilla y los faros, así como los cinturones de seguridad M, que, según BMW, "proporcionan una sensación deportiva nada más abrocharse el cinturón". No sé a ti, pero a mí que los cinturones de seguridad lleven colores nunca me ha provocado una sensación extra de deportividad. 

El paquete también está vinculado a los faros LED adaptativos por 1.100 euros más, lo que eleva el precio, incluyendo todos los extras, a 123.540 euros. Suena a mucho, pero es una ganga comparado con lo que cuesta el Porsche, porque el hecho de que BMW prescinda de los discos carbocerámicos en los frenos da a los bávaros una inmensa ventaja de precio. 

Porsche cobra algo más de 10.000 euros por estos discos de 440 milímetros de diámetro en el eje delantero y 410 milímetros en el trasero, y otros 6.545 por elementos como el Porsche Torque Vectoring Plus (1.488 euros), el Porsche Dynamic Chassis Control (3.327 euros) y la dirección del eje trasero (1.730 euros). 

A esto hay que añadir las llantas Exclusive de 22 pulgadas con neumáticos Pirelli P-Zero exclusivos para el Cayenne, el sistema de escape deportivo y asientos también más deportivos que los de serie. Esto catapulta el precio hasta los 136.658 euros, por lo que el de Stuttgart pierde, de forma justificada, cinco puntos en el apartado del precio. 

La vieja receta de Porsche 

¿Cómo se las arregla para compensar esto? Fácil: echando mano de lo que mejor sabe hacer, deslumbrar en comportamiento dinámico. Para comprobarlo, no dudamos en dirigirnos al circuito de Sachsenring. Aquí podemos llegar a rodar a una velocidad de más de 200 km/h sin despeinarnos, lo que nos permite comprobar a la perfección cómo están estos dos SUV de preparados para emocionar. 

Lo primero de lo que nos damos cuenta: desde parado, la potencia eléctrica adicional del Porsche es una ayuda notable para su motor V6. Hasta una velocidad de 80 km/h, puede seguir perfectamente el ritmo del fornido V8 de BMW, a pesar de tener dos cilindros menos. 

Solo por encima de esta velocidad, el V6 carece ya de capacidad pulmonar y se queda atrás. Seis décimas de segundo por detrás para llegar a los 100 km/h se convierten en un segundo 60 km/h por encima de esa velocidad. 

El BMW también puede impresionar con sus potentes valores de par motor. Solo en marchas largas, cuando el motor de combustión baja de revoluciones y el e-boost entra en acción, el Cayenne SE híbrido puede alcanzar al X5, pero el Porsche tiene una ligera ventaja con sus frenos carbonocerámicos, aunque tiene que lidiar con el peso del sistema e-hybrid (que es la única forma de explicar por qué el BMW está tan cerca con sus discos de acero sin perforar). 

Comparativa Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

En frío, el Porsche sigue estando 1,6 metros por delante en frenada, pero cuando el sistema coge temperatura, la ventaja se reduce a 30 centímetros medidos por el GPS, casi dentro de la tolerancia de medición. Incluso a partir de 200 km/h, ambos se quedan a solo un metro de diferencia. 

BMW detiene electrónicamente la velocidad máxima del M60i a 250 km/h (como es habitual sin el paquete M Driver), mientras que el Porsche puede acelerar libremente y sin techo hasta su tope máximo. En este caso, sin embargo, eso no supone una gran diferencia, porque a 263 km/h reales el Cayenne no da para más, debido a la resistencia aerodinámica. 

Más cosas: en viajes largos, los asientos del BMW también son una delicia y su acogedor confort es difícil de superar. Los asientos deportivos de Porsche son claramente más firmes. Durante el trayecto hasta el circuito de Sachsenring, tenemos que conducir el Cayenne de forma estratégica para cargar la batería al máximo durante el viaje. 

Afortunadamente, el E-Hybrid tiene su propia opción de menú para ello, que permite mantener o aumentar el nivel de carga. 

Los dos mastodontes a la pista 

Por fin entramos en la pista y Porsche hace lo que parece imposible: negocia cada curva con una destreza increíble. El bávaro, por su parte, va bastante más sobrepasado cuando buscas los límites, se inclina notablemente y la trasera parece cobrar vida propia en determinadas situaciones. 

Para los conductores experimentados, esto se traduce en un placer de conducción significativamente más alto (no vamos a negarlo), pero el Cayenne, aunque es más pesado, en realidad es más rápido, lo que probablemente se deba, en gran medida, a sus neumáticos, ya que, a pesar de ser idénticos sobre el papel, el compuesto del de Stuttgart es notablemente más blando y, por tanto, tiene más agarre (son específicos para este modelo). 

Solo en el sector de potencia se nota que el X5 M60i presume de su bravo V8 para marcar el mejor tiempo. Pero la conclusión es que no sirve de nada. El Porsche, al final, se mantiene por delante del BMW en la valoración global, gracias a que suma puntos en todos los apartados, incluso en el de consumo de combustible, donde el BMW pierde 13 puntos.

Comparativa Porsche Cayenne S E-Hybrid contra BMW X5 M60i xDrive

Esto es gracias a su conjunto híbrido, pese a que el consumo eléctrico no es bajo (27,3 kWh) te permite recorrer unos 70 kilómetros en modo '0 emisiones', lo que convierte al Cayenne en un eficiente acompañante en el día a día. Pero seamos sinceros, cuando la batería se descarga, deja oficialmente colgado al deportivo que lleva dentro. 

Dicho de otro modo: solo podrás sacar lo mejor del Cayenne S E-Hybrid en términos de rendimiento con la batería cargada. Fuera del circuito, siendo sinceros y desde el punto de vista puramente deportivo, el emocional BMW demuestra estar como mínimo a la par, a pesar de estar por detrás en la puntuación total.

Mi opinión

BMW contra Porsche; X5 contra Cayenne, dos conceptos completamente distintos. BMW se ve frenado en última instancia por nuestro rígido esquema de puntos, pero incluso teniendo en cuenta el consumo de energía, el Porsche habría ganado al final.

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Etiquetas: SUV deportivo