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El color del último Audi R8 V10 producido de la historia no era precisamente discreto

Último Audi R8

Una despedida como se merecía.

Este año Audi ha tenido que despedirse de uno de los deportivos más icónicos de su historia, el Audi R8. Tras una larga trayectoria (su andadura comenzó en 2003, en el Salón del Automóvil de Frankfurt, en forma de prototipo) que ha contado con dos generaciones, la marca de los cuatro aros decidió pasar página, pero se despidió como es debido con el último Audi R8 V10.

Los compañeros de Top Gear pudieron visitar la planta de Böllinger Höfe, cerca de Sttutgart, para ver como ensamblaban el último ejemplar jamás producido del modelo.

 

Podríamos decir que su dueño optó por una combinación de colores bastante llamativa, pero lo cierto es que esta unidad no ha ido a parar a manos de ningún particular, se lo ha quedado Audi, que lo ha incorporado a su Audi Tradition, así que vivirá una vida placentera en el museo de la compañía.

Hay que reconocerle el buen gusto a la firma, puesto que la especificación del ejemplar es la del ‘Performance quattro Edition’, con una llamativa pintura de carrocería ‘Vegas Yellow’ combinada con un paquete exterior de carbono y con unas no menos discretas llantas de 20 pulgadas con acabado en bronce.

Su apartado mecánico contaba con toda la artillería propia del modelo, que a lo largo de los años fue aumentando su rendimiento hasta culminar con el bloque 5.2 V10 FSI de 620 CV de potencia y 580 Nm de par máximo. 

Combinado con una caja de cambios automática de 7 velocidades y con el sistema de tracción integral quattro, en la carrocería coupé permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos, así como una velocidad máxima de 331 km/h. Sin embargo, dado cuál va a ser destino, esta unidad seguramente nunca ponga a prueba sus capacidades.

Se trata del broche a una trayectoria bastante productiva, pero que experimentó un repunte importante en sus últimos meses de vida, puesto que ante el anuncio de su desaparición, muchos potenciales compradores decidieron hacerse con el suyo antes de que fuera demasiado tarde.

Originalmente el final de la producción del modelo estaba previsto para finales de 2023, pero ante la subida repentina de la demanda, Audi decidió alargarla un trimestre más hasta el final de marzo de 2024.

El movimiento demostró ser todo un acierto y es que tan solo en esos tres meses se vendieron 181 unidades, lo que supuso un aumento del 87% respecto a las ventas del mismo trimestre el año previo, en el que se quedaron en tan solo 97 ejemplares. 

Parece algo lógico, puesto que ante un ultimátum la gente responde, especialmente en un coche de estas características, que seguro que muchos guardan como oro en paño, sin conducirlo, con el objetivo de revenderlo en el futuro y sacar beneficios de la operación.

Tras el adiós al Audi R8 ahora lo único que queda es esperar por si algún día Audi decide revivir el nombre del modelo para crear uno de sus modelos deportivos de naturaleza 100% eléctrica, algo con lo que se lleva especulando tiempo, pero sobre lo que no hay confirmación oficial.

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