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¿Por qué los coches eléctricos chinos llevan una generación de ventaja a los europeos?

coches eléctricos chinos

Llevan la delantera en este campo.

Hace un tiempo que Europa decidió apostarlo todo al coche eléctrico: a partir de 2035 se prohibirá la venta de cualquier automóvil que tenga emisiones contaminantes. La decisión se tomó para cuidar del medio ambiente, pero desde el anuncio son cada vez más los fabricantes que no terminan de ver claro que el plan se pueda llevar a cabo como está pensado.

Es más, llama la atención que se haya elegido este camino, puesto que puede considerarse como un “tiro en el pie” para la industria europea del automóvil.

Si en algo son buenas las marcas de coches del Viejo Continente es en las mecánicas de combustión, mucho más eficientes, refinadas y con un mejor rendimiento que las que ofrecen las compañías chinas. Sin embargo, en lugar de elegir ese terreno de juego, se ha optado por competir en el de los coches eléctricos, donde las marcas de China tienen la mano ganadora.

¿Son los coches eléctricos chinos mejores que los europeos? Lo cierto es que llevan prácticamente una generación de ventaja y hay áreas en las que están bastante más avanzados.

 

Por tomar un punto de partida, fijémonos en el estudio “The Software Race: Chinese Automobile Manufacturers in the Fast Lane?” llevado a cabo por MHP y publicado en septiembre del año pasado.

En él se analizaba el estado del mercado de los coches eléctricos y se valoraba la entrada en juego de las marcas chinas, así como se comparaba en qué aspectos los fabricantes europeos les llevaban ventaja y en cuáles iban por detrás. 

A grandes rasgos, los puntos fuertes de los representantes del Viejo Continente son los valores “tradicionales”, es decir, elementos comunes con los automóviles térmicos: calidades, dinámica de conducción, etc. Pero la realidad en que en este campo los representantes chinos (BYD, Skywell, etc.) cada vez están más a la par.

A esto se suma el hecho de que en los aspectos más relacionados con lo puramente eléctrico, como es todo el software para la gestión del sistema, la balanza cae del lado de China.

Marcus Willand, coautor del estudio, lo explicaba de manera clara: “El hecho de que los clientes de todo el mundo sigan dando gran importancia a la calidad del exterior y del interior es una muy buena noticia para los fabricantes europeos, porque aquí es donde estos siguen estableciendo los estándares hoy en día y todavía están por delante de los nuevos jugadores”.

En cambio, “no hay duda de que los fabricantes europeos necesitan mejorar significativamente el desarrollo de funciones de software para sus vehículos. Además de los aspectos puramente tecnológicos, también se trata de atender a las preferencias específicas de los clientes y, por ejemplo, de instalar un micrófono que se puede utilizar para karaoke”.

Su conclusión es que “si los fabricantes europeos quieren seguir su propio camino, éste debería pasar necesariamente por seguir esforzándose por conseguir la mayor calidad de hardware posible y marcando el ritmo en componentes mecánicos y electrónicos mediante innovaciones”.

“Ésa es la parte obligatoria. La parte extra será ponerse al día con los competidores en software para vehículos e información y entretenimiento mejorando la experiencia digital del cliente”, sentencia.

Y es que, aunque los fabricantes europeos marcan las distancias en aspectos como la calidad, sus rivales tienen la mano ganadora en aspectos que los potenciales compradores pueden considerar clave.

El primero es a nivel tecnológico, especialmente en lo que a baterías se refiere. Dado que llevan más tiempo investigando y desarrollando el coche eléctrico, sus pilas están más avanzadas. 

Valga como ejemplo las baterías de alta densidad de las que disponen, así como los sistemas de carga rápida que están implantando y que son de los mejores del mundo. Eso por no hablar directamente de marcas que arriesgan y apuestan por un enfoque diferente y llamativo, como es el caso de NIO y sus estaciones de intercambio de baterías.

El segundo aspecto, que seguramente sea el clave de cara a la evolución del mercado en los años venideros, es el del precio. Los fabricantes chinos hacen coches eléctricos mucho más baratos que los europeos, lo que es un reclamo para los potenciales compradores, que no disponen de capital suficiente para dar el salto con un modelo de una marca tradicional.

Es cierto que gran parte de esto se debe a que la industria del coche eléctrico chino está subvencionada, algo que se considera como competencia desleal en Europa y que ha llevado al anuncio de aranceles específicos, pero también se debe a que el mercado nacional chino tiene un gran volumen y las marcas han podido adaptarse y escalar sus productos.

Mientras la mayoría de fabricantes europeos han construido la casa por el tejado, lanzando grandes EV insignia que les aporten un mayor beneficio por unidad vendida, los chinos tienen una oferta más variada en este aspecto y, sobre todo, atacan el coche eléctrico de acceso con unos precios que son sencillamente inigualables.

De manera regular hablamos de modelos que en su mercado domestico cuestan poco más de 10.000 euros al cambio (o incluso menos) y que, aunque al viajar a Europa se encarecen, siguen presentando tarifas más asequibles que sus rivales europeos, que tienen problemas para poner a la venta vehículos que se sitúen por debajo de los 20.000 euros.

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Etiquetas: Coches chinos