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Los coches de combustión se seguirán vendiendo durante mucho tiempo por esta sencilla razón

motor de combustión

Los coches eléctricos los necesitan.

En el mundo hay ocasiones en las que se dan situaciones que son paradójicas. En el área del motor tenemos ahora una que es de lo más curiosa y que tiene que ver con el hecho de por qué, en un sector que teóricamente está abogado hacia un futuro de los coches eléctricos, precisamente van a ser los coches de combustión los que se van a vender durante mucho tiempo.

Y la razón para esto es sencilla: los coches térmicos (ICE, Internal Combustion Engines) se venden mucho y dan beneficios a las compañías, mientras que los coches eléctricos no tienen tanta demanda y, además, son mucho más costosos de producir.

¿Cuál es el resultado de esto? Que para que continúe con el impulso de los modelos de cero emisiones en la industria es necesario que ésta siga produciendo y vendiendo coches de gasolina y diésel que generen los beneficios suficientes como para mantener a flote una rama de modelos de baterías que, por ahora, sigue siendo deficitaria.

Así lo ha puesto el Car Wars Report 2024 realizado por el Bank of America y que recoge Automotive News, en el que se ha analizado la situación de las marcas de coches estadounidenses y los problemas que van a tener que afrontar a corto plazo, así como los que están experimentando actualmente. 

 

Las tres grandes, que son Ford, Chrysler y General Motors; han llevado a cabo en los últimos años grandes inversiones en los coches eléctricos, pero la realidad es que el mercado, en cuanto a demanda por parte de los compradores, se ha estancado, así que las empresas han tenido que replantearse la estrategia.

Según el reporte, la oferta de modelos seguirá subiendo y se esper que para el tramo entre 2025 y 2028 entre eléctricos e híbridos supongan el 60% de los coches disponibles. Sin embargo, esto supone un 4% menos que lo anticipado en el informe del año pasado, lo que hará que solo haya la venta 113 modelos eléctricos, en lugar de los 148 previstos el año pasado.

La tendencia no sorprende y es que para las marcas, los automóviles que siguen vendiéndose mejor son los térmicos, así que son los que aportan beneficios a la compañía. Esto ha llevado a un replanteamiento de la estrategia que hará que el portfolio de los fabricantes durante los próximos años esté formado por un mix de ICE, híbridos y eléctricos.

John Murphey, analista automotriz senior de Bank of America Securities, explica que esta situación no afecta a todos los fabricantes igual, solo a los tradicionales, mientras que Tesla, centrado en EV desde el principio, no tiene estos problemas de rentabilidad.

Existe una diferencia de costos de componentes de 17.000 dólares, al menos según nuestras estimaciones, entre Tesla y los tradicionales en sus vehículos eléctricos. Tienen una enorme cantidad de trabajo por hacer para reducir sus costos de coches eléctricos y seguir siendo competitivos con Tesla”, señala.

Murphey comenta que las marcas “de toda la vida” lograrán superar el escollo eventualmente, pero no será algo inmediato. Considera que necesitarán un par de generaciones de eléctricos para recortar las distancias.

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