La causa por la que se ha frenado el desarrollo del coche eléctrico en España, según la OCU

Los coches eléctricos están llamados a ser el relevo de los modelos de combustión, pero lo cierto es que no terminan de arrancar. Sus ventas empezaron a coger ritmo, pero ahora han vuelto no solo a estancarse, si no incluso a retroceder. Respecto a por qué ha ocurrido esto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha compartido sus conclusiones.

Ha llevado a cabo un estudio sobre los eléctricos en España, consciente de que las circunstancias del mercado español son peculiares y tiene unas características que hacen que no sea el lugar más idóneo para que los modelos de baterías medren.

Aunque suponen prácticamente el 5% de las nuevas matriculaciones, hay dos escollos principales para que sigan adquiriendo relevancia, y los dos son más o menos conocidos de sobra por todo el mundo.

El primero es la necesidad de tener un lugar en el que recargar diariamente a un precio económico. Y es que muchos ciudadanos españoles no tienen casa individual o aparcamiento privado / comunitario, lo que hace que muchos coches duerman en la calle y que el proceso de recarga diaria se complique. 

Esto obliga a muchos a cargar en estaciones públicas, donde las tarifas no son tan amigables, en cuyo caso el ahorro respecto a repostar gasolina o diésel es mucho menor. La OCU apunta que “sin esta infraestructura, el uso del coche eléctrico se vuelve impracticable”.

El segundo problema es el precio de los coches eléctricos. Aunque hay ciertas rebajas por la guerra de precios y la oferta de modelos relativamente asequibles es cada vez mayor, siguen teniendo tarifas elevadas si se comparan con vehículos equivalentes ocupados con mecánicas térmicas o electrificadas.

Esto se sabía, pero el estudio de la OCU lo ha puesto de manifiesto con datos. En él se han analizado vehículos con precios inferiores a 54.450 euros, que son los compatibles con las ayudas del Plan Moves III, con hasta 7.000 euros de subvención; pero solo tres de los modelos analizados cuestan menos de 30.000 euros antes del descuento.

La organización es clara al respecto: “la sostenibilidad no puede ser un lujo accesible solo para los más privilegiados”. Con la situación económica actual la mayoría de familias no pueden permitirse tener un eléctrico, y menos dos si quieren uno de poca autonomía para el día a día y otro con más alcance para salir de viaje.

“Los precios prohibitivos de los coches eléctricos actuales hacen que la elección sostenible sea un privilegio reservado únicamente para las economías más pudientes, excluyendo a una gran parte de la población de poder contribuir a una movilidad más verde”, sentencia la OCU.

En el estudio se analizaron distintas categorías en los coches, que van desde la eficiencia de los frenos al comportamiento en carretera, pasando por la seguridad que ofrecen.

Con los resultados, el organismo señala tres modelos como los más destacados. El primero es el Smart #1 Pro+, que tiene un precio de 43.400 euros y un coste por kilómetro de 0,39 euros; el segundo es el Volvo EX30, que cuesta 42.035 euros y tiene un coste por kilómetro de 0,37 euros; y el tercero es el Opel Corsa-e, que parte de 29.900 euros y tiene un coste por kilómetro de 0,30 euros.