8 elementos de diseño que han caracterizado al Volkswagen Golf a lo largo de 50 años
El Volkswagen Golf celebra su 50º aniversario y qué mejor forma de rendirle homenaje al compacto alemán que identificando sus 8 elementos de diseño más característicos. Hacemos un repaso a los rasgos estilísticos que más definen el exterior y el interior en estas ocho generaciones del Golf.
El primer Volkswagen Golf de la historia vio la luz en 1974. Medio siglo después, en el que se han comercializado ocho generaciones del modelo, el compacto alemán sigue siendo el centro de la gama de productos de Volkswagen, un modelo icónico y muy representativo que permite identificar a la marca en cualquier lado del planeta.
Gran parte de esta carismática imagen se debe a su diseño, concretamente a ocho elementos estéticos que han caracterizado al Volkswagen Golf a lo largo de estos 50 años. Para la compañía germana, estos elementos han evolucionado basándose siempre en el modelo original que Giorgetto Giugiaro diseñó cuando concibió al que acabaría siendo el sustituto del Volkswagen Beetle.
La estética base del Volkswagen Golf se basa en estos 8 elementos de diseño
Uno de los elementos de diseño más fácilmente reconocibles en cualquier Golf es el frontal, concretamente el conjunto de faros y parrilla. En todas las generaciones del compacto se ha mantenido un frontal bajo, “como punto de convergencia del inclinado capó y la línea central de cintura, con una parrilla continua con elementos negros y la insignia central de Volkswagen entre los dos faros”.
También es parte de su diseño genuino el pilar C, muy ancho y con una forma curva que descansa sobre una cintura ancha. Este pilar C rodea las ventanillas laterales posteriores que, a partir del Golf IV, presentaron una curva más pronunciada hacia la parte baja de la misma.
En 1976 se lanzó al mercado el primer Volkswagen Golf GTI y lo hizo con una palanca de cambios cuyo pomo era una pelota de golf. Este elemento estético se ha mantenido a lo largo de casi medio siglo y ocho generaciones del GTI, y hoy es un elemento estético clave en cualquier cabina de la versión deportiva del Golf.
En la parte trasera también se ha tratado de conservar siempre un diseño que sea fácilmente reconocible como un Golf. Los pilotos de la primera generación lucían un diseño compacto, pero fue en la segunda generación cuando surgieron las ópticas semitrapezoidales que se han mantenido hasta nuestros días. A partir del Golf V, los pilotos se han ido extendiendo hacia el portón del maletero.
Tanto la insignia de “Golf” como de “GTI” y el logotipo de Volkswagen se han mantenido, con ligeras variaciones a lo largo de los años, fieles al diseño original. Solo en la octava y actual generación se ha cambiado de ubicación el nombre “Golf” en la parte trasera y el logotipo frontal está iluminado.
Volviendo a la cabina, la mítica tapicería tartán que cubría los asientos de la primera generación del Volkswagen Golf GTI ha sido un elemento clave de su diseño a lo largo de estos 48 años. Como curiosidad, esta tapicería está inspirada en los estampados de cuadros escoceses que empleaban diseñadores de moda de Carnaby Street, en Londres.
El séptimo elemento de diseño que ha perdurado en el tiempo es el cuadro de mandos del Volkswagen Golf. Todas las generaciones han conservado un cuadro de instrumentos con la información esencial para el conductor y una consola central con mandos e interruptores. El Golf VIII, sin embargo, reemplaza la mayor parte de la consola central por una pantalla táctil.
Cerrando la lista de 8 elementos de diseño que han caracterizado al Volkswagen Golf a lo largo de 50 años encontramos las llantas. Las de la primera generación eran de 14 pulgadas, mientras que los modelos GTI equipaban llantas de 15 pulgadas firmadas por BBS. A partir de la tercera generación, las llantas han ganado protagonismo y tamaño, llegando a ser de 19 pulgadas en el actual Golf R.
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Etiquetas: Coches compactos
