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El 29% de los dueños de un coche eléctrico compraría un coche con motor térmico por la molestia que suponen en viajes largos

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Un informe de una consultora especializada en movilidad determina que casi el 30% de los dueños de un coche eléctrico volvería a comprar uno de combustión. El estudio enumera varios motivos y está basado en una encuesta a realizada a 30.000 usuarios de 15 países diferentes.

Dar el paso de cambiar de un coche de combustión tradicional a un coche eléctrico puro es algo que muchos conductores están llevando a cabo estos últimos años. Las razones principales se deben a que la oferta es cada vez más atractiva, que hay más puntos de recarga, que se han relajado los precios (especialmente con ayudas como el Plan MOVES III) y que han mejorado su autonomía.

Para la mayoría de estos compradores que dan el paso a un vehículo eléctrico, volver a comprar un térmico no está en sus planes. Sin embargo, un informe reciente publicado por la consultora McKinsey&Co, que analiza tendencias del mercado y de la movilidad, ha determinado que el 29% de dueños de un coche eléctrico compraría de nuevo un coche con motor térmico.

El informe se basa en una encuesta realizada a más de 30.000 consumidores perteneciente a 15 países de regiones diferentes como Asia, Europa o América del Norte, las cuales acogen hasta el 80% del total del mercado del automóvil. 

Por países, el 49% de los conductores en Estados Unidos y el 49% en Australia estrían dispuestos a volver a comprar un coche diésel o de gasolina. También en China (el 28%), en Alemania (24%), en Noruega (18%) y en Italia (15%).

Desmontando bulos del coche eléctrico: cómo son los incendios de las baterías

1 de cada 3 propietarios de un coche eléctrico volverían a comprar uno con motor térmico, según un informe publicado por una prestigiosa consultora

En el informe de la consultora se asegura que, de media, 1 de cada 3 conductores de vehículos eléctricos volverían a comprar un coche de combustión por razones como las molestias que supone su uso en viajes largos por carretera.

Entre las razones que llevan a afirmar esto se encuentra el 35% de usuarios que consideran que la red de carga pública no incluye suficientes puntos de recarga, mientras que el 32% apunta a que los viajes largos son un problema, precisamente, por la falta de autonomía y por esta red de carga insuficiente.

También están los que afirman que los costes de tener un coche eléctrico son demasiado altos (el 34%). Si bien un coche eléctrico tiene un menor mantenimiento que uno de combustión, lo cierto es que reparar o sustituir una batería desgastada o con problemas es extremadamente caro y la principal razón para afirmar que los costes de propiedad son elevados.

Por otro lado, el 24% afirma que volverían a tener un vehículo con motor térmico porque no pueden cargar un eléctrico en casa, si bien la mayoría de usuarios de este tipo de automóviles suele realizar la carga en casa o en el trabajo por las ventajas en ahorro que esto supone. Además, el 21% considera muy estresante la preocupación por la necesidad de cargar las baterías.

Por el contrario, solo el 13% de los encuestados considera la experiencia de conducción como una razón para cambiar su coche eléctrico por uno de combustión interna. Esto habla bien de las ventajas que aporta esta tecnología en sencillez de uso, confort de marcha y silencio frente a otros automóviles que equipan un motor térmico bajo el capó.

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