La Fórmula 1 se sube en el metro: trenes con KERS

Puede que dentro de un par de años, cuando cojas el metro en Madrid o Barcelona, bajo tu asiento del tren vaya trabajando un sistema muy similar al actual KERS de la Fórmula 1. 

Esto se debe al acuerdo que han firmado uno de los fabricantes de trenes más importantes del mundo, Alstom, y la escudería de F1 Williams para la exportación de la tecnología del KERS a una nueva generación de tranvías que llegarán a las principales ciudades del mundo a partir de 2014.

Recordando brevemente en qué consiste el KERS de la F1 antes de entrar en su aplicación para los trenes, se trata de un sistema que transforma la energía térmica de las frenadas (el calor) en energía eléctrica. Esta se almacena en un dispositivo en el que espera para ser aplicada como potencia extra en el motor de combustión cuando el piloto la solicita pulsando un botón del volante.

Los futuros trenes de Alstom que lleven una evolución del sistema KERS desarrollado por Williams Hybrid Power en 2009 contarán con el avanzado volante de inercia compuesto MLC. Es decir, la energía que se genere en las frenadas no se guarda en una batería sin más, sino que la almacena un volante de inercia especial desde el que se aplica el extra de potencia conseguido.

El sistema logra un ahorro de un 15% en el consumo de combustible colectivo y, en consecuencia, unas menores emisiones de CO2 y es especialmente útil para los trenes de recorridos urbanos, ya que realizan frecuentes paradas y tienen un peso muy elevado (lo que genera una mayor energía reutilizable).

No es la primera vez que Williams consigue vender esta tecnología más allá de la F1, ya que el sistema híbrido con el que cuenta el Audi R18 e-tron quattro (el coche que ha ganado las 24 Horas de Le Mans en 2012) está también derivado del desarrollado para la Fórmula 1.