Red Bull en 2016: o monta un motor competitivo o deja la F1

Puede parecer más una mentira que una realidad, pues hace dos años Sebastian Vettel estaba a punto de lograr su cuarto título mundial de Fórmula 1 con Red Bull, pero el equipo de las bebidas energéticas podría estar en sus últimas carreras en la categoría reina. O montan un motor competitivo, o dejan la F1.

Desde que Renault anunciara por medio de Carlos Ghosn en el Salón de Frankfurt que dejarían de proveer motores de F1 a sus clientes, Red Bull - y por consiguiente, Toro Rosso - han estado buscando soluciones. Han deshojado la margarita y han llegado a la conclusión de que de los actuales motoristas (Mercedes, Honda y Ferrari) ninguno de ellos está dispuesto a ofrecerles una unidad de garantías, sino un propulsor de la temporada 2015. Solución, por otra parte, entendible, pues en ningún caso ni Ferrari ni Mercedes querrían ver un Red Bull con su propio motor peleándole un campeonato. Honda, por su lado, continúa negándose a ceder su motores a segundos clientes, a pesar de que esta solución podría ayudarles a ganar experiencia y, por ende, acelerar la solución a sus problemas de fiabilidad y rendimiento.

Si Red Bull no encuentra un motor competitivo de la misma temporada- a la espera de que se cumpla la posibilidad de que Audi llegue en 2018 - , se marchará de la Fórmula 1, algo que ni mucho menos quiere ni Bernie Ecclestone ni la FIA, a pesar de estar ligados al campeonato hasta 2020. Tendrían que pagar una millonaria multa, pero eso no parece suponer un problema para el dueño del equipo, Dietrich Mateschitz, que prefiere marcharse a ver a sus coches fuera de la lucha por el título.

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