Montezemolo se despide de Ferrari

Luca Cordero di Montezemolo comenzó su discurso de despedida de Ferrari emocionado y con las palabras: "No es fácil ... ", dirigidas a los centenares de empleados de la división de coches de calle de Ferrari. Como era de esperar, fue nterrumpido varias veces con largos aplausos de los asistentes.

En los últimos días, los empleados de Ferrari habían pedido en varias ocasiones una reunión de despedida con Montezemolo antes de abandonase Maranello después de 23 años. Aunque es evidente que no podría hablar con cada empleado de forma individual, Montezemolo estaba ansioso por reunirse con ellos como grupo, que ya había hablado con los integrantes del equipo de Fórmula 1 antes del pasado Gran Premio de Japón.

El resultado fue que 2.000 personas se reunieron en una gran carpa en la fábrica. Después de dos breves discursos del vice-president,e Piero Ferrari, y del CEO, Amedeo Felisa, más un vídeo que documentaba la trayectoria de 23 años de Montezemolo con Ferrari que tuvo como banda sonora la canción Gino Paoli "Una lunga storia d'amore" ("Una larga historia de amor " ), Montezemolo subió al escenario.

En su discurso, el presidente subrayó la importancia de los trabajadores de Maranello varias veces: "Vosotros sois el poder de Ferrari, la empresa más bella del mundo. Vosotros sois los verdaderos artífices de sus triunfos. Vosotros sois Ferrari ". Recordó también los triunfos en la Fórmula 1, en el que Ferrari sigue siendo el equipo más exitoso de la historia, así como el éxito de GT de los deportivos del Cavallino Rampante en el mundo entero. Montezemolo también le dijo a la plantilla que estaba "orgulloso de haber vivido estos años maravillosos con ellos".

Reiteró que estaba seguro de que "el futuro de Ferrari, que no se basa en coches, sino en sueños, seguirá siendo brillante, porque todos vosotros estáis aquí." A continuación, tuvo palabras cariñosas y emotivas tanto con Michael Schumacher como con Jules Bianchi. Después del discurso de Montezemolo, representantes de las mujeres y hombres de la fábrica subieron al escenario para dar un abrazo simbólico en nombre de todos los empleados. Al salir, el Presidente se vio envuelto por una gran multitud de admiradores que quisieron estrechar su mano, tome selfies con él y, en general expresar su enorme cariño y respeto por esta "larga historia de amor".