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7 razones por las que Verstappen es el más odiado de la F1

7 razones por las que Verstappen es el más odiado de la F1
Por si alguien lo dudaba aún: sí, Verstappen se ha convertido en el piloto más 'odiado' de la F1, y su fama de agresivo y poco 'limpio' a la hora adelantar o defender la posición se ha consolidado del todo tras el GP de Bélica de F1 2016. Pero, ¿son justas las acusaciones? ¿Cómo ha reaccionado el holandés? ¿Hasta qué punto le puede beneficiar o perjudicar esta reputación en su carrera profesional?

Tal y como están las cosas, en un momento en el que los comisarios de carrera investigan -y sancionan- tantos inncidentes que antaño sólo eran 'lances de carrera', hay un prometedor novato que, además de cosechar buenos resultados, hace gala de una insultante agrasividad que empieza a escocer demasiado en el paddock: Max Verstappen, quien ya se ha convertido en el piloto más odiado de la F1 y que en el GP de Bélgica 2016 ha terminado de coleccionar enemigos. Pero, ¿cuáles son las verdaderas causas? ¿Hasta qué punto le puede beneficiar o perjudicar en su carrera profesional? Y cuidado, porque, quizás, sus peores enemigos estén en casa...

Max-Verstappen-GP-Bélgica-2016-Warm-up
Max-Verstappen-GP-Bélgica-2016-Warm-up

Verstappen saluda a la afición 'naranja' antes del GP de Bélgica de F1 2016. Fotos: Sutton Motorsport.

 

1.- Velocidad

Su padre, Jos, no fue un piloto tan bueno como para que llevar su mismo apellido le garantizara en la parrilla otra cosa que contactos para dar el salto a la F1: estaba claro que Max era rápido y podía hacer las cosas muy bien en Toro Rosso. Pero tenía que seguirlo demostrando en el seno del segundo equipo de Red Bull, una escudería que este año no está brillando, precisamente, por su fiabilidad mecánica ni estratégica. Y lo hizo, incluso antes de dar el inesperado paso los mejores coches de la bebida energética. Esto despertó recelos en el seno del combinado austriaco, especialmente, en el castigado Kvyat (mora el punto 7), pero hasta aquí parecía más una cuestión de envidia 'sana' que otra cosa... 

Jos-Verstappen-Schumacher-Hungria-1994

Max no quiere ser el escudero de ningún grande, como lo fue su padre -Jos, a la derecha de la foto- en Benetton, con Schumacher. Aquí, en el GP de Hungría de 1994. Ese año Michael ganaría su primer Mundial. 

2.- Resultados

Al margen de las polémicas, Max Verstappen ha conseguido ser, objetivamente, el piloto más joven de la historia en ganar un GP de F1, en su debut con Red Bull -en el Gran Premio de España 2016-. Y esto, tratándose de un recién llegado, siempre es algo que levanta tanta espectación... como recelos. ¿Es Max el mejor -y más precoz- exponente del relevo generacional en la F1? ¿O todavía tiene mucho que demostrar para ser considerado uno de los grandes? De momento, ha conseguido algo que no carece de valor: congelar la 'eterna sonrisa' de su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, que ha visto como el nuevo ha llegado pisando mucho más fuerte que él en el equipo y que a él ya no le puede bastar con vivir de las rentas pasadas, cuando llegó a Red Bull, superó al intocable Vettel en cuanto el coche no era el mejor y se convirtió en el líder indiscutible del box al marcharse éste a Ferrari y ser reemplazado por Kvyat. 

3.- Falta de experiencia

Para los que van en cabeza, los (escasos) 'errores de novato' que pudiera cometer Max en Toro Rosso luchando por la duodécima posición han pasado a a ser faltas imperdonables ahora que está en Red Bull... y pelea por la carrera. Su equipo no puede dejar de apoyar a la nueva 'estrella' del Mundial, pero ve cómo tiene que lidiar, cada vez más, con las quejas y reclamaciones de todos los demás.  

4.- Agresividad

Vertappen ha hecho de su agresividad en pista una nueva arma en la guerra psicológica, que también es decisiva en un deporte como este. Max va de 'tipo duro' dentro y fuera del coche y hay rivales que empiezan a pensarse muy mucho atacarlo si no lo ven claro y muestran perder los nervios ante un cuerpo a cuerpo con él. 

Esta vez, en Spa, los principales dagnificados por esta actitud han sido los Ferrari, que se vieron sorprendidos en la primera curva ante el inesperado ataque del holandés, en una maniobra en la que los tres coches que rodaron en paralelo sufrieron graves desperfectos al tocarse entre sí. 

5.- Modales

Da igual que esta actitud acabe con buenos resultados para el 'rookie' del año: un día después de haber perdido una buena oportunidad de podio y de ser superado por Ricciardo en Spa, Max respondía a las críticas de todos con un arrogante "Yo defiendo mi posición y si a alguien no le gusta,es su problema".

Redacción deportes, 28 ago (EFE).- El piloto holandés Max Verstappen (Red Bull) se ha defendido de las criticas recibidas por el incidente en la primera curva tras la salida en el GP de Bélgica y ha asegurado que el se ha limitado a defender su posición.

"Yo sólo he defendido mi posición. Si a alguien no le gusta, es su problema. Yo estaba en el interior y Kimi también me cerró, pero entonces Sebastian giró hacia nosotros dos. Él sabía que iba por el exterior y giró en la curva cuando hay otros dos coches, una acción que ha dañado mi alerón delantero, me ha causado muchos daños ya que mi suelo ha quedado destrozado y ha terminado con mi carrera", ha dicho, según informa EFE.

Verstappen-Kimi-Vettel-Spa-2016

Verstappen, por el interior de la primera curva de Spa, se toca con Räikkönen -que choca con Vettel- en el GP de Bélgica de F1 2016.

Sin embargo, sus rivales directos e indirectos no lo tienen tan claro: "Me llevo bien con Max, me gusta cómo es y su estilo agresivo, pero creo que algunos de sus movimientos que he vivido cuando corro contra él no son correctos, especialmente en la frenada. Es posible que aún deba entenderlo, pero en la carrera de hoy ha sucedido mucho", ha indicado Vettel, según la misma fuente. "Debemos hablar y respetarnos, pero hace algunas maniobras dudosas y la parrilla no está contenta con su forma de actuar, pero es mejor hablarlo con él y no decir cosas en los medios de comunicación, ya que lo mejor es estar cara a cara y hablarlo", ha agregado el alemán.

A este respecto, Räikkönen fue menos benévolo durante la carrera: "Lo único que pretende [Verstappen] es echarme de la pista", decía por radio durante el enésimo toque con Max. 

6.- Afición holandesa

La vuelta a los circuitos de mareas naranjas en apoyo a pilotos holandeses es algo que nunca sobra en un negocio como es la F1. Sin embargo, el comportamiento de los seguidores de Verstappen están empezando a resultar incómodos, sobre todo cuando su actuación se traduce en pitos hacia el podio cuando su ídolo no está entre los tres primeros, como ha sucedido en Bélgica. De hecho, el propio Rosberg, desde lo más alto del cajón, se acabó dirigiendo a ellos, "sintiendo mucho" que Max no hubiera terminado la carrera en mejor posición. 

7.- El fantasma de Kvyat 

Sea como fuere, por envidia o por indignación sincera contra su pilotaje, algunos siguen confiando en que Verstappen, si sigue rayando los límites del 'fair play', acabe cayendo en la misma desgracia que el hasta hace poco 'niño mimado' de Red Bull, Daniil Kvyat, que volvió a Toro Rosso, precisamente, por actuaciones similares contra sus rivales (la gota que colmó el vaso -y la paciencia dentro y fuera de Red Bull- fueron precisamente sus toques con Vettel en el GP de Rusia de este año). ¿Qué sucederá en la segunda mitad de la temporada? ¿Verstappen seguirá siendo el piloto más odiado de la F1? ¿Levantará un poco pie para asegurar los resultados positivos que no ha tenido en la última carrera? ¿O preferirá, ante todo, atemorizar a sus rivales para consolidar su reputación de cara al futuro?

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