120 años de Mercedes en competición
Se cumplen 120 años desde que Mercedes-Benz se iniciara en el mundo de la competición, y 100 desde su primera victoria, que daría el pistoletazo de salida a una larga lista de éxitos que perdura hasta hoy. Era el año 1894 y el periódico Le Petit Journal organizaba una carrera en la que todos los participantes tendrían que cambiar los caballos de carne y hueso de sus coches por los de potencia y motor.
El belga Camille Jenatzy, considerado el primer piloto profesional de la Historia, ganó la Gordon Bennet de Irlanda con un Mercedes 60 PS, a una velocidad media de 89,2 km/h
Tanto Daimler como Benz estuvieron representados en aquella prueba, y sin embargo, solo el Benz de Émile Roger consiguió cruzar la meta, en la posición número 14. Tampoco llegó en primer lugar el Panhard-Levassor impulsado por un motor de gasolina bicilíndrico en V a 30 grados, desarrollado por Gottlieb Daimler, pero compartió con los hermanos Peugeot el premio denominado 5.000 francos de Le Petit Journal, por ser uno de los coches que más se adaptaba a lo propuesto y el más sencillo de conducir.
Esta carrera duró siete horas y los coches iban a una velocidad media de 20,5 km/h. Aunque estos datos no te resulten muy impactantes, lo cierto es que los Mercedes demostraron por aquel entonces que apuntaban maneras y que no tardarían mucho en demostrar todo lo que eran capaces de hacer, y también dejaron claro hacia dónde querían ir, aunque habría que esperar un poco para que todo eso se materializara.
Cosechando triunfos
No tardaría mucho más en llegar la primera victoria. En 1901, Wilhelm Werner resultó vencedor en el Rally Niza-Salon-Niza a los mandos de un Mercedes de 35 CV, desarrollado por Wilhelm Maybach, y a una velocidad media de 60 km/h, aunque el coche podía llegar a los 100 km/h; así, la joven marca, bajo el lema “Nous sommes entrés dans l'ère Mércedès” (Hemos entrado en la era de Mercedes) dejaba patente su supremacía, que continuó durante 1902 y 1903 en diversas pruebas por toda la rivera francesa.
En 1910 llegaría un momento importante para Mercedes antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial y hay un protagonista que se encarga de labrar el brillante futuro de la marca: el Blitzen Benz o el rayo de Benz, un coche de cuatro cilindros capaz de superar los 200 km/h: se convirtió en una sensación para una época en la que además, ni los coches ni las pistas en las que competían eran ni la mitad de estables o seguras que ahora.
En 1910, el 'Blitzen Benz' o Rayo de Benz rueda en Daytona (EEUU) a 211,97 km/h durante la carrera de una milla a salida lanzada
En carretera, en montaña... Mercedes continúa en su paraíso particular. De hecho, en 1914 y tras siete horas de carrera en el circuito francés de Lyon, logró poner a tres de sus pilotos -Christian Lautenschlager, Louis Wagner, y Otto Salzer- en las primeras posiciones. ¿El artífice de este logro? Un Mercedes con motor de cuatro cilindros y 4,5 litros, cifra máxima que establecía por primera vez el reglamento y que ofrecía una potencia de 115 CV.
Manfred von Brauchtisch, con el W125, seguido de Rudolf Caracciola, en la curva de Loews del Gran Premio de Mónaco de 1937
Aunque la Primera Guerra Mundial cortaría las alas a estos coches que empezaban a volar en los circuitos, lo cierto es que antes de la segunda contienda los bólidos de la nueva era de Mercedes siguieron sumando logros a su palmarés, alentados por un ambiente político en Alemania en el que Adolf Hitler pedía: "afrontar al adversario hasta que la superioridad alemana quede claramente establecida". Aplicándose esta máxima, llegaron a vencer incluso a los titanes de Maserati, Alfa Romeo, Bugatti y Auto Union.
Después de la guerra, Mercedes-Benz volvería a darle alas, en esta ocasión de gaviota, a una de sus estrellas más brillantes, el Mercedes-Benz 300 SL, que obtuvo doble victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1952 y también venció en la Carrera Panamericana de México, en la que tuvieron que colocar al coche de Kling y Klenk unos barrotes en el parabrisas después que un buitre hubiera impactado contra ellos cuando disputaban la primera parte de la carrera.
La historia continúa
Pasaban los años y los de Stuttgart querían seguir siendo los protagonistas del panorama automovilístico. En 1954 aterrizaron en la F1 y Fangio les regaló el primer Campeonato del Mundo, con el Mercedes-Benz W196, un monoplaza que incorporaba por primera vez un motor de ocho cilindros en línea con inyección directa de combustible.
Juan Manuel Fangio rueda en Spa Francorchamps con el Mercedes W196 R, en 1955. Finalmente se hizo con la victoria
Sin embargo, tras un accidente en Le Mans que acabó con la vida de 83 espectadores en 1955, se retirarían del Gran Circo hasta el año 1994 con Peter Sauber, lo que más tarde sería McLaren Mercedes. La nueva escudería ganaría tres Mundiales de Pilotos y uno de Constructores en 1998, pero tenía mucho más que dar...
Häkkinen rueda en Monza
Las victorias de Mercedes pasan también por los rallys, con los potentes coupés V8 de 1978, por las carreras de resistencia, o el DTM (Campeonato Alemán de Turismos). Esta es la historia de una larga y ajetreada trayectoria. ¿Le queda aún gas a esta estrella para seguir brillando en las diferentes categorías?
'Flechas de plata'
En 1934, se establece un peso máximo para los coches de 750 kg. Aunque Daimler-Benz intentó adaptar el W25 a la normativa, todavía se excedían un kilo. De cara a su primera carrera en Nürburgring, tomaron una medida particular: lijaron la pintura blanca de los bólidos y les dejaron en el color gris de la carrocería de aluminio. De esta manera, consiguieron reducir el peso sin tener que cambiar el color gris de su carrocería. Es en este momento cuando nace el término 'Flechas de Plata', aún vigente hoy.
Los vuelos de Le Mans
En las 24 Horas de Le Mans de 1999, un problema aerodinámico en el Mercedes CLR hizo que su tren delantero perdiera agarre cuando se rodaba cerca de otros coches. Entonces, el morro se elevaba, y el coche, literalmente, despegaba. Quien sufrió en sus carnes este accidente (y en dos ocasiones) fue Mark Webber. A pesar de que hicieron algunos cambios, le ocurrió lo mismo al británico Peter Dumbreck. Finalmente, rechazaron hacer más modificaciones y retiraron el CLR para el resto de la temporada.
Sus pilotos más afamados
Rudolf Caracciola
Hasta hoy, posee el récord de velocidad en una carretera pública, con el Mercedes W125: 432,7 km/h.
Juan Manuel Fangio
Fue campeón del Mundo de Pilotos en cinco temporadas, dos de ellas con el Mercedes W196.
Stirling Moss
En 1955, ganó la Mille Miglia al volante del Mercedes-Benz 300 SLR, con una velocidad media de 157 km/h.
Ayrton Senna
'Inauguró' el nuevo circuito de Nürburgring en 1984 con una victoria a los mandos de un Mercedes 190.
Bernd Schneider
Ha conseguido una larga lista de victorias para Mercedes-Benz, tanto en el DTM como en las carreras de resistencia.
Mika Häkkinen
Campeón del Mundo de F1 en 1998 y 1999 con West McLaren Mercedes, al volante del MP 4/13 y del MP 4/14.
Michael Schumacher
'El Kaiser' terminó su andadura en la F1 con el equipo Mercedes AMG Petronas, aunque no consiguió destacar
Descubre más sobre Rebeca Álvarez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.